Langdon Winner

sábado, 29 de junio de 2013

EL DESARROLLO COMO LIBERTAD SEGÚN AMARTYA SEN


 

Amartya Sen, es uno de los fundadores del nuevo “paradigma” del desarrollo humano. En su tesis “Desarrollo como libertad”, plantea un desafío a la economía internacional. El autor aboga para que haya un reparto social justo, medidas como aumentar las habilidades y las oportunidades a los individuos, para que puedan ser capaces de satisfacer sus necesidades. Sen, considera que es necesario que los individuos puedan elegir en no ser analfabetos.

De modo que para que haya libertad, es preciso que dejemos de ver poner énfasis en los  bienes y servicios, ya que al darle prioridad, dejamos a un costados los que nos hace ser persona. Un ejemplo que da el autor sobre dar énfasis a los bienes y servicios, es que las necesidades fundamentales se han traducido a una cierta cantidad necesaria: de alimento, de agua, de hospital. Esas necesidades dejan de tener como atributo “fundamentales” ya que si fueran fundamental, sería para todos los individuos de una sociedad.

 Sin embargo, el punto relevante que enfatiza Sen, es que esas necesidades básicas dependen de un entorno social, pues es el entorno social el que determina cuales van hacer esas necesidades básicas. Por lo tanto, las necesidades cambian dependiendo del entorno social en que se encuentre, por lo que las necesidades básicas serán distintas en una sociedad africana que una sociedad India.

Por consiguiente, el autor deja claro que el desarrollo no termina con haber cubierto las necesidades básicas. De manera que el valor del desarrollo está en generar en los individuos capacidad de elección y capacidad de actuar por sí mismo. El autor quiere ir más allá, pues no está de acuerdo con John Rawls, ya que este defiende que todos los individuos  racionales querrían una series bienes primarios, sin importar sus preferencias.

Por lo que, la crítica que le hace Sen a Rawls es que las personas no son todas iguales, ya que habrá unas que necesiten más ciertas cantidades de un bien mientras otra pocas cantidades de un bien para poder alcanzar un bienestar. También le critica que los bienes son solamente medios para lograr la libertad, los bienes nunca representan a la libertad misma. Por tanto, la libertad debe ser el fin principal de desarrollo, pues solamente ella es la herramienta necesaria para lograr el desarrollo, el desarrollo humano.

viernes, 14 de junio de 2013

Doctrina del schock



Naomi Klein, en su libro “Doctrina de shock” nos habla de cómo los gobiernos de todo el mundo, se aprovechan de una situación desfavorable para el pueblo, para imponer una doctrina del shock y así poder implantar un sistema que les favorezca a ellos.
Así que cuando alguien ve algo inevitable es cuando está en una doctrina del shock.

¿Y cómo se crea shock? Los gobiernos para ganar más dinero, lo que hacen es subir el precio de las hipotecas y bajar el sueldo de los trabajadores para que así no puedas pagarla, de modo que crean un shock en el individuo, hasta el punto de que estos renuncie a sus hipotecas, y de este modo, el banco sale ganando.

¿Y cómo es una doctrina del shock? Pues cuando no hay un contrato social justo, cuando la comunicación es unidireccional en vez de bidireccional. Solo hay espectadores, que se limitan a observar, no actúan.  

El caos económico viene de las ideas de Milton Friedman, el otro doctor Shock, pues este dijo que una doctrina de shock requiere crisis y estado de emergencia. Por lo que, las ideas de Friedman, fueron puestas en práctica en muchos gobiernos por los década de los 80. De modo que Friedman dio a entender que lo que paso en chile era un claro ejemplo de shock económico.

Por consiguiente, la primera práctica de implantar una doctrina del shock fue chile, pues los EE.UU no querían las medidas progresistas de chile. El presidente de gobierno de entonces, era Salvador allende que proponía nacionalizar grandes sectores de la economía, y esto no le convenía a los estadounidenses.

 De manera que Allende fue amenazado por la CIA y con la ayuda de los chicagos boys chilenos, dieron a Pinochet un libro “ladrillo” como plan económico para dar el golpe de estado (1973).  Así pues, para que el plan económico en Chile se impusiera, tenía que ser mediante la opresión y la fuerza, implantando miedo al enemigo.

Sin embargo, el shock no dura mucho tiempo. Según Naomi, para acabar con el shock es preciso informarse y comunicar, porque de esta manera podemos ir abriendo paso para que todos seamos consciente de una situación injusta, y poder rebelarnos en contra ello. Una vez, más depende de nosotros el que estemos informados o no, hay que buscar las formas para estar al día de todos los acontecimientos que suceden, porque así estaremos preparados para cualquier shock. Por tanto, la vida social requiere estar en sintonía con el otro, en contacto con el otro, en comunicación, en unión!

AHORA NO SE LLEVA DECIR: FORMA DE VIDA, SINO QUÉ MARCA ESCOGER PARA TU VIDA, EN CONCLUSIÓN, ELIGE TU MARCA DE VIDA.


“No logo” Noemi Klein


Naomi Klein, es la mujer más influyente en todo el mundo en ciencias. Con su libro “No logo” hace una crítica a las marcas. Para ella hay algo que ha cambiado en el capitalismo, que su poder supera en el rango de las fronteras. Unas de las razones de ello, es que se ha permitido crecer a las empresas, por la vía de la des-regularización.

 De esta manera, todos los aspectos de nuestra vida se basan en una estrategia empresarial. No hay ningún rincón en nuestra casa, ni un momento en el que estemos rodeados de marcas. Cada aspecto en nuestra forma de vida hay una marca que te dice cómo te tienes que comportar. Y esto, lo refleja bien, Naomi Klein en su libro “No logos”, no marcas.

 Entrando en materia, todas las empresas del mundo, ya sea de ropa, de cosméticos, de dispositivos electrónicos, crean una imagen de cómo te tienes que ser, o que actitud tener ante una situación, hasta el punto de hacerte seguir una ideología que ellos demandan.

 Por consiguiente, antes de la era de la globalización, las marcas te vendían el producto, se preocupaban, por elaborar bien sus productos para que sean comprados, sin embargo, con la venida de la globalización, el boom que emergió a la hora de vender productos de toda clase, ya no fue la calidad, sino algo muy diferente, que fue la base de apoya para todas las marcas lideres: vender ideas en vez de producto.

 De manera, que las empresas ya no van invertir dinero en hacer mejor sus productos sino que van invertir en publicidad. Para ello, las empresas utilizan en sus publicidades  grandes personas para vender sus marcas. Por ejemplo, la marca “L’Oreal” utiliza como imagen de su marca a Jennifer López, Eva Longoria, etc. Estas mujeres son el prototipo de mujer que las millones de chicas en el mundo, tienen como modelo. Una mujer materialista, provocativa, que va a la última moda. Sin embargo, ningunas de estas marcar te venden la imagen de una mujer culta, que lee libros, que se preocupa por la política, por el hambre en el mundo. Pues precisamente, porque está imagen de mujer, no les conviene en absoluto.

Lo terrible de todo esto, es que hemos dejado que nuestro mundo se llene de vallas de publicidad en todas partes, en las paredes del metro, en el autobús, en la calle, etc. Debemos ponerle fin a las marcas, y de qué manera, pues creando condiciones más éticas del comercio, en no dejar que las marcan jueguen con nuestra psicología.

En exigir a todas las marcar, que lleven un proceso más consciente en sus publicidades, esto es, en que no introduzca imágenes subliminales en la publicidad, porque así la publicidad sería limpia, y no jugaría con la psicología del consumidor.

 Finalmente, la tarea que nos concierne, en el tema de las marcas, es decirle ¡No! Las marcas no te tienen que decir cómo y dónde tiene que vivir, que la gente sea dueña de su propio destino. Según Naomi Klein, tú eliges si aceptar o no vivir de las marcas, tu eres responsable de tu propio destino.

 

LA NUEVA LEY QUE GOBIERNA LA SOCIEDAD SE LLAMA TECNOLOGÍA



 
      Un tema importante que ha dado ecos desde la antigüedad y llega hasta nuestro días
y que ya Platón había visto como en la republica y en las leyes, que el arte de
gobernar es una técnica. La analogía entre política y Tekné funcionaba en una sola
 dirección, que la Tekné le sirva a la política. A nadie se le ocurrió que la analogía de
Platón se iba a dar la vuelta, siendo la política  que se subordine a la técnica.

Thomas Jefferson había advertido que el sistema de producción sería incompatible con una vida social buena. Es una crítica paralela a la que hace Marx al capitalismo. La reflexión de Jefferson se hace eco en Grecia de que la productividad material era incompatible con vida. Por eso mismo, los griegos no aplicaron toda la técnica que tenían.

Por consiguiente, los grandes líderes del mercado de todo el mundo están a favor de que la “Politeia” este subordinada a la tecnología, pues precisamente, porque a ellos les conviene. En su rezo matutino, estos le podrán una velita a Maquiavelo y a Smith, pues estos autores, defendieron que la técnica es la base de todo modelo político.

 Un autor contemporáneo a nosotros, que se había adelantado a su época de lo que nos iba a pasar en la actualidad, fue Langdon Winner, el decía que la Tekné se había convertido en “Politeia”, en política. Este autor propone una solución, que introduzcamos condiciones finalista, en vez de condiciones instrumentales.
No debemos dejar que la técnica domine al hombre, una técnica a mi juicio que le hace ser esclavo y se aleja de realizarse como persona.

La “La ballena y el reactor”, es una obra culminante de Winner, donde deja ver cómo la tecnología es un factor definidor de la sociedad. El autor nos advierte cómo los sistemas técnicos se han convertidos en formas de poder. Para que se entienda mejor, la tecnología está actuando como leyes en la sociedad actual. Pues cada ámbito de la sociedad humana, está dominado por la tecnología.

De esta manera, a día de hoy, vivimos en un sistema, donde la política está subordinada a la técnica. Y lo peor de todo esto, es que nadie hace nada para evitarlo. No hemos seguidos los consejos de grandes hombres, hemos pasado de escuchar a solamente actuar sin más, actuar sin pensar, eso es lo que hemos hecho. El papel que acarrea la tecnología en nuestra manera de vivir es decisivo. Lo alarmante de esta situación, donde la tecnología es un factor dominante, es que no hay criterios éticos que limiten hasta donde no puede llegar la tecnología a dominar la vida humana.

 Aun más, hemos dejado que el teléfono móvil smartphone sea algo indispensable para poder vivir en la sociedad, cuya grave consecuencia de este tipo de teléfono es que con él, son rastreadas todas tus conversaciones, fotos, datos, música, etc. No hay privacidad, ni ninguna protección legal de tus datos, pues las grandes compañías de móviles, especialmente como Apple y entre otras, hacen estos tipos de móviles, para poder controlar más a sus consumidores, ya que de esta manera, podrá saber cuáles son sus gustos a la hora de comprar un dispositivo móvil.

Por último, debemos concienciar a la humanidad entera, para poner límite a la tecnología. Pues somos nosotros que debemos elegir qué papel tendrá la tecnología en nuestra forma de vida. Por ello, empecemos, por lo menos, a la hora de comprar cualquier dispositivo electrónico, en que consecuencias, que efectos supondrá en nuestra forma de vida.

 

jueves, 13 de junio de 2013

¿Este es el fin?


Emprendedor

Después de ver Inside Job y de leer el libro de Werner Rügemer Las agencias de calificación. Una introducción al actual poder del capital y la entrevista a Hervé Falciani que ha publicado eldiario.es no se puede negar que el panorama es muy desolador. Parece que la élite económica, la industria financiera, la que posee la mayoría del capital se ha desvinculado de cualquier ideología, lo único importante es ganar dinero. Bancos de inversión, fondos de alto riesgo, bancos centrales, aseguradoras, agencias de calificación, multinacionales, HSBC, Deutsche Bank, United Bank of Switzerland, Crédit Suisse, BNP Paribas, Clearstream, Moody´s, Standard & Poor’s, McGraw Hill, Banco de Pagos Internacionales, Capital World, BlackRock, Allianz, Oppenheimer Fund, Goldman Sachs, Citigroup, Lockheed Martin, Boeing, CocaCola, Apple y un larguísimo etcétera. Grandísimos conglomerados de capital que son propietarios de los propietarios de sus propietarios en una cadena circular,  una red cada vez más densa e inescrutable gracias a las vertiginosas transacciones con dinero “ficticio”, hay transacciones cada milisegundo para que todo acabe más o menos igual al final del día.

Y si viésemos las personas que están detrás obviamente serían muy pocas y con una gran capacidad para multiemplearse y ser capaces de ser miembros de consejos de administración de varias empresas financieras. Y obviamente la puerta giratoria no para, pues esos mismos multimillonarios que ayer tenían voz en la junta de un banco central, hoy la tiene en un fondo de altor riesgo y mañana será asesor o ministro de economía. Pues desde que los Estados son meras empresas más pero sobreendeudados indefinidamente están en manos del capital; pero nos equivocaríamos si vemos el papel gubernamental como un mero sometimiento. El papel que juega el Estado es vital pues crea el marco legal para que la industria financiera haga su juego, basta con ver las políticas de la Unión Europea. Y como el capital se mueve por todo el mundo a las entidades financieras no les cuesta crear filiales para hacer funciones específicas en el país que tenga un agujero legal en ese terreno.

Y a pesar de todo creo que la industria financiera ha dejado atrás cualquier idea política, no creo que toda esa estructura densa de copropiedades sea el reflejo de ninguna filosofía política; en los milisengundos que duran las transacciones poco se puede pensar sobre las consecuencias que tendrán. El debate liberalismo versus comunismo parece estar muy alejado de la realidad, tras décadas de medidas neoliberales no veo cómo alguien podría defenderlas teóricamente en términos filosófico-políticos. Libertad, igualdad, soberanía o democracia se son conceptos que se han banalizado en el discurso político a la par que se han creado y fortalecido otros como emprendedor, relativista o individualista para eclipsar la crítica que los neoliberales tendrían difícil rebatir viendo las consecuencias de sus políticas.

Dicho esto a mí no se me ocurre cómo podría cambiar el poder económico para que pase a las manos de la mayoría. Mientras sus riquezas se regeneran e incrementan segundo a segundo, un ciudadano de a pie tarda años en ver procesado a un corruptillo como Mario Conde. Pero sería sólo una cabeza cortada, para que caiga el sistema industrial financiero haría falta algo que se me queda lejos imaginar; las vías legales son extremadamente lentas e ineficaces por ello pues la lógica neoliberal se apodera de las personas también y habría que emprender otro cambio si cabe más difícil. La vía armada sería una derrota apabullante, la tecnología está de parte del dinero, obviamente. Pero mientras tanto ya estamos perdiendo la guerra financiera perpetrada contra los derechos sociales que garantizaban los Estados, una guerra, que como dice Michael Hudson, tiene los mismos objetivos que las antiguas conquistas militares: la apropiación de tierras y recursos naturales, la incautación de infraestructuras estatales y el cobro de tributos. Quizás sea este el final de la historia, pero no como lo planteaba Fukuyama dando vencedor a la democracia liberal, pues poco hay de democracia y de liberal hoy en día, sino por el inmenso poder económico a derrotar que hace imposible imaginar cómo vencerle. Algo se nos ha de ocurrir.

Pedro Pinilla Plaza

¿Miedo a la realidad?

Las tecnologías ocupan cada vez más minutos de nuestro precioso tiempo. Las nuevas generaciones crecen rodeadas de cables y botones (algunos incluso de pantallas táctiles). Una profesora de infantil me comentaba cómo una niña de unos 5-6 años, ante una regañina de la profesora, hacía gestos de derecha a izquierda con el dedo. Al poco rato la profesora cayó en la cuenta de lo que representaba ese gesto: era el movimiento para pasar de una pantalla a otra en un aparato como el iPad. Me parece un ejemplo paradigmático. Los niños se están acostumbrando a que las cosas se solucionan pasando el dedo por encima, de esa manera la situación desaparece para dejar en su lugar otra distinta que puede ser de nuestro agrado. Las nuevas generaciones cada vez llevan más metida la idea de que la vida es tan fácil como lo es manejar un cacharro de Apple.

Pero cuanto más alto es el vuelo más dura la caída. Luego pasa como a esta niña, que contemplaría aterrada como el panorama que se presentaba ante sus ojos no cambiaba al son de su dedo. Cada vez se atisba más en la superficie la dura roca que se halla sumergida en las generaciones que van llegando y contra la que irremediablemente acaban colisionando: una asfixiante incapacidad de afrontar la realidad. Asfixiante porque no son capaces ni de mirar a la cara lo que tienen delante, lo cual se traduce en una huida inmediata. Incapacidad porque en su vida todo en su entorno ha funcionado como ellos querían. Pero, como me decía un profesor, cuanto más mayor se hace uno más se da cuenta de que no controla. Las cosas muchas veces no son como queremos, nos guste o no. Cada vez lo que se busca más es una evasión a otras actividades que, sin reducir tan siquiera medio milímetro el problema, distraen un rato y nos hacen vivir por unos instantes en una burbuja en la que no pasa nada. Pero claro, una sociedad en la que cuando uno tiene un problema no se lo cuenta al amigo sino al psicólogo, normal que pasen estas cosas. Otra reacción cada vez más frecuente es el inmediato afán por encontrar culpables. El Estado, los padres, la novia, etc. Alguien tiene que cargar sobre sus hombros una responsabilidad que a nosotros nos resulta demasiado pesada.


Las nuevas tecnologías hacen la vida más fácil, esto es indiscutible. Pero, ¿a qué precio? ¿Cuál es el límite? ¿Cómo podemos esperar que construya una generación acostumbrada a que se lo den todo hecho? ¿Cómo estar en pie ante las circunstancias? ¿Puede uno mantenerle la mirada a la realidad? No hace falta tener 5 años y haber jugado mucho al iPad de papá para sucumbir a la comodidad de las nuevas tecnologías. 

Igualdad y justicia - Amartya Sen


No sé si habéis visto la película Enemigo a las puertas, un film de Jean-Jacques Annaud ambientado en la Rusia soviética de la II Guerra Mundial. Cuenta la historia en el ejército de dos amigos, periodista uno y francotirador el otro. Al final de la película, el periodista va en busca de su amigo tras haberse enterado de que éste mantiene una relación secreta con la chica de la que él, el periodista, está enamorado. Cuando le encuentra, le dice lo siguiente: «He sido un idiota Vassili. El hombre siempre será igual. Nos hemos esforzado tanto por crear una sociedad equitativa donde no hubiera nada que envidiar al vecino... Pero siempre hay algo que envidiar. Una sonrisa, una amistad, algo que uno no tiene y de lo que quiere apropiarse. En este mundo, incluso en el soviético, siempre habrá ricos y pobres, gente con esperanza y desesperados, ricos en amor y pobres en amor...».

Cuando vi esta escena no pude evitar acordarme del pensamiento de Amartya Sen, el economista indio Premio Nobel de Economía en 1998, y en concreto de su teoría sobre las capacidades. En esta escena queda muy bien plasmado que una distribución igualitaria de bienes no es el baremo que marca su justicia. De primeras cabría señalar que dos personas no son igual de felices porque tengan los mismos bienes, y que hay bienes que el Estado no puede dar. Pero este no es el punto sobre el que me quiero centrar. El punto donde toca de lleno la teoría de Sen es el acento puesto sobre la libertad positiva. Sen plantea la libertad entendida positivamente. No como ausencia de interferencias en la libertad de los demás, sino como la capacidad real de una persona de hacer o ser algo. El ejemplo con el que el pensador indio ilustraba esto era con un pueblo en hambruna. Su libertad negativa se mantiene intacta, ya que nadie impide nada a nadie, pero mueren todos, ya que no tienen la capacidad efectiva de alimentarse.

La política queda muy impregnada del aroma de esta teoría. Se puede defender que todos los ciudadanos tienen derecho a votar pero estipular que las urnas electorales estarán situadas a 2 metros de altura. La mayoría de la gente no tendrá la libertad positiva de votar –quedando intacta la negativa. Lo deseable de un programa político no será, pues, que busque una exasperada equidad de bienes, sino que garantice la obtención de los mismos según las capacidades de cada uno. Por esto la teoría del bien y la teoría de la justicia estarán íntimamente ligadas; es más, tendrán que colaborar estrechamente. Y los temas que abarcan las dos son de gran actualidad. ¿Una educación superior se considera bien fundamental? ¿Hasta dónde debe asegurar el Estado la capacidad real de estudiar una carrera universitaria para todo el mundo? ¿Las becas se han de conceder a los alumnos brillantes o a los que no pueden pagarse otro año más? Sin duda el pensamiento de Amartya Sen tiene mucho que decir a estas cuestiones.



Políticos y empresas y viceversa

Los casos de corrupción política están a la orden del día, y, por desgracia, más en España. Los escándalos de corrupción que se anuncian en los medios indignan, y con razón, a la población del país dado que se trata del robo de millones de euros del dinero de los contribuyentes. No obstante también existe otro tipo de corrupción que podría denominarse a todos los efectos como “legal” de la cual no hablan los medios. Se trata de lo que se denomina como el “fenómeno de las puertas giratorias” provocado por el famoso “amiguismo” entre miembros del estado y las empresas privadas.

Este fenómeno tan particular, del que también se habla en documentales y películas como la de Inside Job, es una forma más de secuestro de los intereses públicos por parte de los políticos y gobernantes para ponerlos al servicio  de las grandes empresas y corporaciones privadas (que actúan generalmente en mercados oligopólicos como por ejemplo el de la energía o el farmacéutico). A cambio de los servicios y favores prestados a las empresas por parte de los políticos, estos son contratados cuando abandonan su cargo público y reciben puestos como directivos, muy bien remunerados por cierto, de estas empresas además de los millones ganados en el proceso.

Este entrar y salir que se da de las empresas privadas a los cargos de la administración pública y viceversa es el denominado efecto de las puertas giratorias. Esto es posible gracias a las lagunas legales que deja la ley. Cierto es que es necesario un endurecimiento de esa ley para prevenir que esto ocurra, pero aun así esta medida no sería tampoco suficiente para evitarlo puesto que se trata de un tipo de corrupción que podemos calificar de institucionalizada. Para eliminar o, al menos, dificultar lo máximo posible este tipo de corrupción de guante blanco sería necesario realizar cambios radicales en las condiciones institucionales de los mercados que es donde se genera. De lo contrario seguiremos sufriendo este tipo de corrupción y las puertas giratorias seguirán dando vueltas.

¿Hay Progreso?

Me gustaría que reflexionásemos sobre que es o que es considerado hoy en día como progreso. Hoy en día para nosotros el progreso se mide en el nivel tecnológico que somos capaces de desarrollar y tener a nuestro alcance, con el fin de tener más a mano y al instante una información que queremos obtener en un momento concreto, también medimos el progreso por niveles técnico-económicos, ya que cuanto mejor esta la economía de un país o un sector creemos que estamos progresando positivamente.
Es verdad que lo citado anteriormente es sin duda alguna progreso, pero sin embargo con esta forma de progresar se nos están olvidando ciertas cosas que sin combinarlas con lo anteriormente dicho, no existe progreso, como por ejemplo, podríamos progresar mirando un poco más por el bienestar social, ya que los datos económicos en una gran parte no es una información real, se ve un claro progreso o receso, pero son datos tan abstractos que realmente no podemos utilizar para ver como viven las personas de este entorno, en los países ricos vemos por ejemplo como el PIB no nos ofrece datos reales del nivel adquisitivo de las personas que viven en dicho país.
Nosotros seguimos progresando, pero sinembargo seguimos contaminando el medio ambiente y explotandolo simplemente por el hecho del progreso económico, pero no nos damos cuenta, que gracias a estas acciones, están surgiendo como una plaga enfermedades como el cancer, un aumento significativo en el padecimiento de alergias, etc. ¿Esto es progreso? yo creo que no, hemos olvidado que cuidar al medio ambiente es una forma de progreso.
En cuanto a la tecnología a supuesto un avance espectacular para la difusión de información en su gran mayoría pero también nos ha servido para poder descubrir enfermedades, explorar el espacio, etc. El problema ha venido cuando no hemos sabido adaptar a la tecnología a nosotros y finalmente nos hemos tenido que adaptar nosotros a la misma, el sentido de cualquier herramienta usada para nuestro beneficio es que la misma se adapte a nuestras necesidades y no nosotros a las necesidades de la máquina, de tal modo que ahora mismo si miramos a nuestro alrededor nada más que vemos esclavos y esclavos de la tecnología, todo el día abstraídos y cada vez más estúpidos.
En lo citado en el parrafo anterior vemos como una cosa que nos hace progresar también puede hacernos retroceder, nos beneficia en cierto sentido, pero yo le veo unas consecuencias mucho más graves que las ventajas que nos ofrece.
El auge del mundo digital es el fracaso del ser humano, en el mundo analógico adaptámos toda la tecnología a nosotros, el auge del mundo digital, además de convertirnos en esclavos, pretender conseguir el individualismo en las personas, el estar separados los unos de los otros, pero a su vez constantemente relacionados y por si fuera poco, también vigilados ya que ahora mismo ya pueden saber en donde estas en cada momento, o gracias a las redes sociales, ver hasta con quien te vas y a que te dedicas.
En un futuro, nos veo tumbados en un sofá, sin salir de casa, por varias razones, primero por lo vagos que nos habremos vuelto, ya cualquier cosa podremos hacerla desde casa, unos ejemplos, trabajar, hablar con la gente, jugar, etc. Y bueno, con el buen camino que llevamos viendo como cuidamos el medio ambiente, seguro que entre otras cosas no podremos ni salir de casa por el cambio climático que se producirá.
Me gustaría dejar el final un poco abierto para que podamos reflexionar sobre esta cuestión ¿Hay progreso realmente?

Adrián Aceituno García.

El artefacto político.

La tecnología avanza permanentemente por medio de las distintas innovaciones que se dan dentro de sus diversos campos. Una innovación es aquello que provoca un determinado cambio, pero no todas las innovaciones salen adelante y tienen éxito. Sabiendo esto podemos preguntarnos ¿quién elige que innovaciones son aceptadas y promovidas y cuales son rechazadas y abandonadas?, pero sobre todo debemos preguntarnos el ¿por qué lo hace?

Aunque la tecnología no puede entenderse como algo bueno o malo en sí mismo, pero tampoco puede verse como neutral. Para el profesor Langdon Winner los objetos que producen la tecnología y sus innovaciones influyen, y mucho, en las relaciones sociales y, por consiguiente, en la política.

Las decisiones que se dan dentro de la tecnología acerca de fomentar el uso de un artefacto u otro, o la preferencia de una innovación sobre otra, no tienen porqué ser siempre elegidas atendiendo a su utilidad técnica, sino que en muchas ocasiones estas decisiones se toman atendiendo a intereses políticos, sociales, de autoridad, etc. De este modo las relaciones sociales se encuentran mediadas por artefactos que representan la materialización de las relaciones de poder.


De este modo los distintos objetos, artefactos e innovaciones pueden discriminar y conceder privilegios a los distintos sectores sociales en base a su poder político. Con esta influencia del poder político que ejercen los objetos y las innovaciones se consolidan las distintas formas de poder que encontramos dentro de la sociedad, entre gobernantes y gobernados, entre jefes y empleados, ricos y pobres, ciudadanos e inmigrantes, y cualquier otra.

¿La tecnología, tiene un enfoque democrático?¿Y si es así, qué conlleva?

Es obvio que la tecnología podría tener una dimensión democrática, solo que depende de que tecnología estemos hablando, el tipo de tecnología que se utilice determinara si esa tecnología puede ser usada de forma democrática o no.

La tecnología que usamos actualmente, en cuanto a la obtención de energía por ejemplo, sería un claro ejemplo de tecnología que no admite un esquema democrático. Por ejemplo si estamos hablando de una central nuclear, es obvio que no admite una utilización democrática, ya que los materiales usados en ella, pueden ser un atractivo para grupos terroristas, Al igual que no podríamos dejar en mano de un gran numero de gente la posibilidad de lanzar una bomba nuclear. Este tipo de tecnología exige un esquema jerárquico en su utilización, ademas de que implican tener unas medidas de seguridad especiales.
Si utilizáramos otro tipo de fuentes de energía como la del sol, esta es perfectamente compatible con un uso democrático de esta energía, sobre todo porque la fuente de energía sería de tipo ilimitado, y porque no conlleva ningún riesgo para la seguridad.

La tecnología siempre ha estado ligada a la sociedad, la sociedad avanza de mano de la tecnología. La tecnología no avanza motu proprio, sino que avanza en el seno de la sociedad, por esto, cuando la tecnología evoluciona a unas formas de utilización democráticas, cuando está en una sociedad que no funciona al modo de una democracia. Es obvio que se producirá un conflicto, entre las instituciones de gobierno, y estas nuevas tecnologías.

Así podemos ver actualmente, a organizaciones como el 15-M o Stop – desahucios, que utilizan, para su organización esta tecnología de estructura democrática, chocar constantemente con las instituciones de gobierno. Que cumplen perfectamente con lo dicho en la entrada acerca de “el caballo de troya al revés” con respecto a lo que decía Marx acerca del avance de la sociedad, en el que vemos que estamos en un momento de ruptura con respecto de las formas de trabajo y la relación entre explotador y explotado.



tecnología eudemonista

Como vemos en este articulo, se establece una relación directa entre la tecnología y la sociedad, haciendo que la sociedad se configure en torno a la tecnología. Como decía Marx, las distintas etapas de la historia estaban marcadas por el tipo de relación que había entre trabajador y el que explota la fuerza de trabajo, que a su vez estaba totalmente caracterizada por las formas de trabajo. Así en la etapa esclavista, el tipo de trabajo era un trabajo manual, con la entrada del vapor en la industria, cambiamos a un trabajo mecanizado y una relación de proletario y empresario, etc.




La tecnología va avanzando de forma progresiva, y cuando las formas de producción y la tecnología, se distancian demasiado, se da un movimiento de ruptura con las formas de trabajo y la relación entre explotador y explotado, para equipararse al nivel tecnológico. Así como vemos en este artículo, la tecnología deja de tener una dimensión únicamente instrumental, es decir, la tecnología tiene una dimensión instrumental, pero no se queda solo ahí, ya que por el avance de esta, no se avanza únicamente de manera técnica sino también social.

El problema es, que al salirse de su dimensión instrumental, para ser el factor vertebrador de la sociedad, la tecnología debe adoptar también una dimensión ética, es decir, al haberse convertido la tecnología en un factor importante, es necesario,  que adopte en su seno a la ética, en detrimento de la posible eficiencia que podría lograrse, si esta dimensión ética fuese ignorada.

En el artículo cuando habla de ética, lo hace desde una perspectiva eudemonista, es decir, a la manera de la tradición, en la cual la ética buscaba la vida buena para el hombre y su felicidad, frente a una ética de códigos morales restrictivos a la manera moderna. Esta distinción es importante, pero en mi opinión, la forma adecuada de cohesionar la ética y la tecnología, sería la de utilizar la ética en los dos sentidos.

Cuando hablábamos de la corporación, decíamos, que debíamos encontrar una forma de hacer ver a las corporaciones que la ética empresarial, reportaría beneficios, como la única forma de que estas accedieran a utilizar la ética en sus corporaciones.

La estrategia del caballo de Troya al revés es muy similar en este aspecto, sería la de hacerles ver que, la ética es algo provechoso, pero no con la intención de que la ética destruya a la tecnología desde dentro, como sería la estrategia del caballo de Troya, si no como algo que luego fuera a beneficiar a la tecnología.

¿Libertad?

Por lo general solemos pensar que somos personas libres, pero, ¿libres de qué? Y ¿libres para qué? Vivimos en una sociedad que abandera la idea del derecho a la libertad de los ciudadanos, y estos últimos recogen esto con gran regocijo y viven contentos y confiados de este “derecho natural” de todo hombre, mujer y niño. ¿Pero tenemos realmente tanta libertad como nos hacen creer? ¿O, más bien, vivimos en una falsa ilusión de libertad prometida?

El economista y filosofo Amartya Sen centra parte de sus estudios en el análisis de las libertades reales de los ciudadanos y para esto introduce el concepto de “capacidad”. Todos los derechos de los ciudadanos son supuestamente libertades que el propio ciudadano posee, pero ¿son esos derechos libertades reales? Esto debe ser juzgado en función de las capacidades de los ciudadanos. También debe tenerse muy presente la distinción fundamental entre las libertades positivas y las libertades negativas. La libertad positiva se entiende como la capacidad real de una persona o personas para hacer, o ser, algo. Por otra parte la libertad negativa, tristemente muy extendida, se presenta simplemente como una actitud de no intervención.


En el caso del derecho a la educación, por ejemplo, para averiguar el carácter de su libertad se debe analizar en qué condiciones se nos presenta este derecho. Una persona cualquiera que quiera acceder al sistema educativo puede encontrarse con múltiples dificultades para hacerlo, como pueden ser: la falta de centros educativos próximos a su vivienda, la ausencia de trasportes públicos que le comuniquen con el centro, la imposibilidad de costearse esa educación por ser demasiado cara, etc. En estos casos estaríamos hablando de un caso de libertad negativa pues la persona en cuestión carece de las capacidades para poder acceder a esa libertad y tampoco se le proporcionan las facilidades para aumentar esas capacidades. Solo si se eliminan todas esas barreras se amplían las capacidades de los ciudadanos y se puede hablar de una verdadera libertad o libertad positiva y se tiene autentica capacidad para una elección personal.

La necesidad de un nuevo enfoque ético.

Hoy en día la tecnología ha desembocado en una dinámica de continua innovación irrefrenable. Todo este proceso de innovación tecnológica constante esta guiado por una racionalidad tecnológica que busca esencialmente la eficacia pragmática operativa, es decir, la eficacia instrumental y operacional de dichas innovaciones.

La racionalidad tecnológica se pone en marcha a sí misma y solo puede crecer y seguir aumentando ya que la auto-expansión le es constitutiva al estar guiada por su dirección pragmática. Esta racionalidad tecnológica transforma y manipula continuamente la realidad mediante las innovaciones que introduce y esto afecta también a la sociedad, hasta tal punto que hoy en día nos movemos en una sociedad regida por esta racionalidad tecnológica de carácter pragmático.

En el artículo de Ramón Queralto “el caballo de Troya al revés” se plantea el hecho de que, dada esta situación en la que nos encontramos, donde se ha adoptado la dinámica pragmática de la racionalidad tecnológica, la sociedad, al igual que la tecnología, se deshace y se enfrenta a todo lo que impida o dificulte el normal desenvolvimiento de su dinámica de expansión y crecimiento y la consecución de su utilidad. Esta actitud de primacía de la práctica sobre la teoría afecta directamente a la concepción de la ética tradicional.

Hasta la fecha la ética venía siendo de carácter teórico (sobre todo con Kant), pero hoy en día esta postura es ineficaz dado el cambio prioridad entre teoría y práctica en el que la eficacia pragmática se ha impuesto a la teoría. Una ética teórica se enfrentaría de forma directa a esta racionalidad tecnológica y tendría todas las de perder dada la naturaleza de esta racionalidad. Por lo tanto es necesario introducir un nuevo criterio ético que atienda a criterios de practicidad y a la consecución de un fin determinado (como puede ser la felicidad). 

Esta nueva ética no plantaría cara a la racionalidad tecnológica, sino que se introduciría en su mismo campo, y según sus mismas estrategias, para enriquecerla y colaborar con ella. De este modo esta ética pragmática se presentaría como una forma eficaz de lograr los fines tecnológicos y sociales. La única forma eficaz de introducir la ética en la racionalidad tecnológica es haciendo que esta sea un medio constructivo y deseable en vez de ser el elemento limitador y conflictivo del sistema tecnológico y social.


Fundamento de la capacidad humana

La capacidad del ser humano no está en darle derechos y leyes sino en darle los medios para poder ejercerlos. Esta realmente bien que se diga: hay igualdad, democracia, libertad, elección. Sin embargo a la hora de la verdad, de la práctica nos seguimos encontrando con demasiados peros.
Dependiendo es el país por la etnia, sexo o piel ganan más o menos capital (y a veces no se les permite siquiera trabajar), el desempeñar la elección de voto puede estar muy bien; a no ser que desempeñar el derecho a voto haya que caminar a pie más de cien kilómetros.
La sociedad no gana nada consiguiendo hermosas teorías que a la suma mayoría gustan y entienden, hay que dar los medios para ejercerlas. Ya que si no pueden ejercer todos la misma teoría (libertad, igualdad,…) se puede pensar que el problema reside en ésa persona o grupo de personas. Hay que dar medios.
Estos medios son la fuente de desarrollo de la capacidad humana. Sin estos medios mínimos es imposible que la sociedad.
El estado puede suministrar estos medios sin embargo en un gran número de veces no da abasto ya sea porque transfiere el poder a las autonomías o viceversa. En estos casos ¿cómo se puede lograr esos mínimos? Con organizaciones no gubernamentales como la SEWA ayudó a Vasanti. ¿Qué fue eso mínimo que recibió esta mujer? Un trabajo digno, un sueldo decente, amistades en la organización, aprendió a leer y escribir en una palabra: autonomía.
Autonomía entendida en tanto que puede actuar, tiene medios para obtener sus objetivos y derechos. No es una esclava de la ignorancia, la tradición y la violencia. Tiene una vida y la capacidad de desarrollarla a su gusto.

Este ejemplo es de una mujer india de hace ya unos años, ¿se podría exigir a las democracias occidentales algo parecido actualmente? Esos mínimos que tan claramente vemos que le faltaban a Vasanti, ¿puede ser que nos estén empezando a faltar a nosotros?

CAPITAL HUMANO Y CAPACIDAD HUMANA.

El Premio Nóbel de Economía, renombrado filósofo, economista y profesor de origen bengalí Amartya Sen, es conocido principalmente por sus ideas acerca del desarrollo humano, la economía del bienestar, las hambrunas y la pobreza.
En las líneas que siguen propongo reflexionar acerca de dos conceptos clave en su teoría. Distinguiremos y valoraremos a continuación las nociones de CAPITAL HUMANO y CAPACIDAD HUMANA, siguiendo la línea argumental de un breve artículo presentado por Sen en el World Development en 1997.
El capital humano consiste en las posibilidades de producción que un ser humano en su carácter de agente (agency) puede desplegar, considerando sus habilidades, conocimientos y esfuerzos.
La capacidad humana es una noción que se centra en la habilidad del ser humano para llevar el tipo de vida que considera valiosa, incrementando además sus posibilidades de elección.
La diferencia es clara. El capital humano es un concepto muy valioso a la hora de medir la productividad de una persona, la eficacia que puede tener cada individuo de una empresa, o desde el punto de vista del propio individuo, puede ser útil a la hora de calcular con cuántos bienes puede hacerse uno y a qué ritmo. Sin embargo no nos dice nada acerca del valor que esa persona le otorga a su propio estilo de vida, ni sobre lo amplias o estrechas que son las posibilidades de elección de uno. El concepto de capacidad humana sí, y creo que ahí radica la diferencia más importante.
También podemos encontrar cierta coincidencia entre ambas perspectivas. Y es que en ocasiones, cuanta más capacidad de producción por parte de la persona, más posibilidades se dan de vivir una vida que dicho individuo considere valiosa. O a la inversa. Puede ocurrir que dadas éstas amplias capacidades de elección, los campos en los que ésta persona, en tanto agente productor, puede participar, se amplíen.
En todo caso, Amartya Sen resalta el concepto de capacidad humana y observa que, como patrón de medida del bienestar y la libertad de las personas, es el concepto que ha de ser tomado como referente prioritario. Incluso, de forma indirecta, es pertinente emplear el enfoque de las capacidades humanas a la hora de buscar indicios de cambio social (efectivamente, un patrón que mide la amplitud de las posibilidades de elección de una persona, así como su satisfacción con la vida que llevan, está mucho más preparado para evaluar el cambio social de un pueblo o comunidad).
En conclusión, la perspectiva de Amartya Sen en este punto me parece muy acertada. El enfoque de las capacidades es mucho más amplio de lo que aquí hemos esbozado, pero el punto aquí no era una exposición sistemática del mismo, sino más bien su mejor adecuación respecto al enfoque limitado del capital humano como medida del bienestar.


Gabriel Sánchez Maestro, de Filosofía Política II, grupo 3.

Ciencia y abundancia, deseo y libertad

Me gustaría comentar un apartado del capítulo Tékhné y Politéia del libro La ballena y el reactor de Langdon Winner. El apartado al que voy a hacer referencia se titula "Abundancia y libertad". Me parece que pone sobre el tapete una cuestión muy interesante. Winner está estudiando las relaciones de la tecnología y los avances científicos con la sociedad y la política. En estos párrafos, se centra en un aspecto que resulta bastante visible en la historia reciente de Estados Unidos, y es el hecho de que cada vez tiene un mayor papel en todos los ámbitos de la vida la eficacia.

En la cultura clásica se creía que la búsqueda del interés personal era perjudicial para el bien de la sociedad. Según este pensamiento, «la naturaleza humana se corrompe con facilidad por la riqueza. Los hábitos indolentes de la vida lujuriosa que sólo busca placer tienden a trastocar las cualidades de frugalidad, moderación y abnegación necesarias para el mantenimiento de una sociedad libre. En consecuencia, cualquier sociedad que desee mantener la virtud cívica debería encarar la innovación técnica y el crecimiento económico con la mayor cautela».

Esta idea la invirtieron pensadores desde Maquiavelo hasta Adam Smith, que influyeron enormemente en la génesis de la sociedad y cultura norteamericana. Ellos propulsaron la lucha por los intereses de cada uno, ya que eso haría que el mercado se regulase solo. Cada vez estaba más arraigada la idea de que cuanto más tienes más libre eres, esto es, cuanta más capacidad de acción tengas mayor libertad tendrás. No habrá ningún problema mientras haya abundancia, que todos puedan tener lo suficiente como para ser felices. En ese caso, señala Winner, las clases sociales darán igual, porque cada uno estará contento con lo que tiene. Por esto, los avances tecnológicos son recibidos como agua de mayo, porque impulsan los niveles de producción, generan sobreabundancia y, por lo tanto, mayor libertad. Como explicó un historiador del siglo XIX, hacen «accesibles para muchos en lugar de para pocos las comodidades y elegancias de la vida». Explica Winner literalmente que «la abundancia material haría que todos tuvieran lo suficiente para ser perfectamente felices. A la larga, los norteamericanos consideraron esta noción como una teoría de aplicación general: la empresa económica, impulsada por la maquinaria del progreso técnico, era la esencia misma de la libertad humana».

Y yo me pregunto, ¿uno es más libre cuando puede elegir una mujer de entre cien, o cuando sólo tiene una para elegir pero es justo la que le gusta? Parece más bien que la libertad del hombre (en el sentido más propio) reside en encontrar aquello que quiere, aquello que quiere de verdad. Por lo tanto la búsqueda de la libertad no parece coincidir con la búsqueda del progreso técnico, sino con la búsqueda de aquello que pueda estar a la altura del anhelo del hombre. No es una cuestión cuantitativa sino cualitativa. No es que el hombre quiera tener mucho (y por esto la urgencia más primordial no es la mayor eficiencia posible), sino que el hombre quiere tener lo que quiere de verdad (habría que discutir de qué se trata, si se trata de diferentes cosas, una sola, la misma para todos, etc).

En esta indagación sobre el objeto de deseo tendrá un gran papel la ciencia, por supuesto. Cuanta más capacidad de acción tenga el hombre más amplia será su búsqueda. Pero no basta. Parafraseando a Einstein, podría ser que la ciencia llegase a explicarlo "todo". Uno podría explicar una sinfonía de Beethoven como presiones de onda, pero estaremos todos de acuerdo en que ese no habrá entendido en absoluto en qué consiste una sinfonía de Beethoven.

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*Salvo que se diga lo contrario, las citas pertenecen a Langdon Winner, La ballena y el reactor, Ed. Guedisa S. A., 2008 Barcelona

Produciendo sujetos

Basándonos en la teoría de la microfísica del poder de Foucault, nos damos cuenta, de que el poder al ser siempre una relación que se ejerce entre un dominador y el dominado, tiene la característica principal de que no se agota en unos pocos individuos sino que la relación de poder puede ejercerse en un número amplísimo de sujetos.

La microfísica del poder, nos hace ver que cuando en un hecho concreto, se da una relación de poder, puede parecer que el hecho en cuestión queda circunscrito únicamente a ese instante. Pero cuando se ejerce el poder sobre un sujeto, se consigue que ese sujeto modele su conducta, con lo que producimos en ese sujeto un cambio, además del propio sujeto que sufre la relación de poder este acto implicará a un número mayor de individuos que los presentes en el acto.

 Para hacer este hecho más claro, veamos el siguiente ejemplo: Cuando una persona es multada, por no llevar el cinturón, lo que se consigue no es solo, que el sujeto en cuestión en lo sucesivo se cerciore de llevar puesto el cinturón, sino que en el acto de el ejercicio del poder del policía, se teje una red que llegará a afectar por ejemplo a los familiares del multado, en la forma de que el sujeto infractor avisará a sus familiares de que deben llevar puesto el cinturón, si no quieren ser multados, así de un hecho aislado, que únicamente debería afectar a un sujeto, vemos que la relación de poder se expande como una red al resto de sujetos.
Por tanto, como hemos visto, el ejercicio del poder crea cambios, en los sujetos afectados por la relación de poder, así si alguien tuviese un medio de difusión tal que le dotase de la capacidad, de llegar a un amplio número de sujetos, tendría la capacidad de ejercer la relación de poder de forma masiva.


Como sabemos el poder y el saber están íntimamente relacionados, por esto los medios de comunicación tienen una gran importancia a mi parecer en la relación de poder. Porque si a través de los medios de comunicación se da una información que no es del todo veraz, esta información se expande como una red a través de innumerables sujetos, por lo que es muy sencillo dando la información que a ellos les parezca oportuna, crear un cambio en los sujetos, y así conformarlos respecto de la nueva información.

miércoles, 12 de junio de 2013

La derrota de la avaricia


“Cualquier medio es lícito para obtener nuestros propósitos, nada debe de impedir que sigamos llenando nuestras carteras”.  Este debió de ser uno de los primero pensamientos de determinados economistas tras la desregulación financiera ya que en este sector se dispararon en comparación con el resto de sectores.
¿Y para qué tanto dinero? ¿Y para qué tantas mentiras? ¿Para qué? ¿Es realmente necesario tanta ambición y tanta competitividad? ¿Acaso el único modo de vida al que se puede aspirar es a tratar de vivir obteniendo el máximo dinero pisando a quien se pise? ¿acaso es el dinero un fin en sí mismo?
¿Debería recordarse en el futuro como la crisis financiera de comienzos del siglo XXI provocada por una  profunda crisis de valores? ¿Debe ser este la Edad del hombre autónomo? Me niego a aceptar esto, porque gracias a esa organización tan paupérrima de bancos, aseguradoras, etc. Se ha logrado lo opuesto precisamente, ahora  aunque triste que parezca familias enteras sobreviven la pensión del abuelo. De la ilusa ilusión del hombre que debe nada a nadie y que sólo pretende enriquecerse se encuentra la familia (con la forma que tenga, es lo de menos).
Está saliendo a la luz los valores perdidos (no exactamente los de antes, obvio), la gente se vuelve a mover, la masa avanza y no se deja engañar. Pero no sólo el vulgo está actuando así, jueces, abogados, economistas, filósofos, etc. Todos están tratando de vencer a este enemigo invisible: la avaricia, que todo lo justifica.
Es normal que queramos vivir bien y si se puede vivir mejor (más desahogadamente) pero nunca el fin ha justificado los medios. Nosotros no jugamos ya en la liga de la teoría de la evolución de Darwin. Somos preciosamente un poco más aunque sea únicamente por tener la capacidad de desarrollar una moral. ¿Ellos ejercen el poder? No hay problema, en la Edad Media también había unos nobles con poder y unos campesinos que obedecían.

 ¿Y qué sucedió? 

Acerca de la Teoría del Shock


Los animales se comportan en situaciones límites de forma extraordinaria ya sea quedándose quieto (paralizado) ante un camión, o lanzarse agresivo ante lo que le amenaza o huir. En el ser humano parece suceder algo parecido y las multinacionales y los países lo usan en beneficio propio.
Cuando acontece un suceso impactante, verdaderamente impactante lo que antes vimos que se daba en el animal queda patente en el hombre (a su manera). En el ejército se los militares se entrenan física y mentalmente para hacer frente a estos Shocks, sin embargo,  ¿qué sucede con los civiles?
Los civiles tienden a reaccionar: huyendo, quedándose quietos, aceptando cualquier medida para salir del impacto psíquico que acaban de recibir. Los países extranjeros y multinacionales aprovechan esta situación para imponer sus leyes al país necesitado.
Para llevar a cabo este  gran impacto no dudan utilizar todo tipo de artimañas ya sea no permitir el tránsito de productos mínimos (alimento, agua,…) o vendiendo aparatos hechos para prevenir seísmos que casualmente se estropean justo antes de uno catastrófico, etc. Esta es la realidad de la gente de fuera que no venga ningún ambicioso a llevarse a través de un impacto psicológico sus recursos naturales, a cambiar el régimen político del territorio o a imponer medidas económicas asfixiantes con tal de llegar a su mayor imperativo: máximo beneficio a cualquier precio.

Y sin embargo esto ¿quién lo percibe?  Tan solo quien lo padece, ya que los medios miran hacia otro lado ya voluntaria o por ayudas externas. Y ¿cómo se puede ayudar a esta pobre gente? Quizás enviando a periodistas para que les digan: “¡oye no te pongas nervioso! Que hay más formas de salir del atolladero”, aunque éstos también están dentro de los que se benefician de las medidas impopulares (se sobreentiende que los altos cargos).

La desorientación del shock

Uno de los puntos clave de los que se habla en el documental de la doctrina del shock de Naomi Klein es la desorientación. Todos los shocks o impactos psicológicos que recibimos conducen a nuestra desorientación. Encontrarse desorientado significa entrar en un estado de confusión y conmoción que afectan al individuo menguando su capacidad de razonamiento.

Esta desorientación desemboca con suma facilidad en miedo. El miedo nubla la mente y hace vulnerables a las personas llevándolas a hacer cosas que no harían en situaciones normales. Es exactamente este punto el que aprovechan los estados para actuar. Tras ser afectados por un shock, cuando la población de encuentra desorientada y comienza a extenderse el miedo, los estados intervienen para instaurar medidas que califican de inevitables y necesarias.

Estas medidas son, en la gran mayoría de los casos, medidas que los ciudadanos no aceptarían nunca en condiciones normales debido a que van en contra de la razón y el bien colectivo, pero en momentos de desorientación la población cede ante las medidas desesperadas propuestas por los gobernantes. Dichas medidas son de interés para los gobernantes en tanto que son beneficiosas para ellos en algún sentido, aunque normalmente los mueven intereses económicos.


Los shocks que desembocan en todo esto pueden ser muy diversos, desde catástrofes naturales hasta guerras y atentados, cualquier cosa que tenga una gran repercusión social y cause conmoción. Todo este tipo de impactos psicológicos son aprovechados para implantar todo tipo de medidas impopulares. Para evitar que esto pueda suceder, hay que reconocer estos impactos y evitar la desorientación, en la medida de lo posible, mediante el análisis de la razón y manteniendo una cierta distancia crítica para reconocer la situación en la que se encuentra e identificar esas medidas oportunistas para no dejarse manipular.

Corruptibilidad del estado

Algunos gobernantes creen que por el hecho de ser elegidos por sus ciudadanos tienen legitimidad para hacer lo que quieran durante su mandato, incumpliendo el programa electoral con el que se presentaron (esto debería ser considerado delito, ya que se le ha concedido la legitimidad a un programa que la sociedad a considerado adecuado, por lo tanto se ha llegado al poder con la mentira), no mirando por los intereses de la población que tiene bajo su protección, sino que se rigen por intereses externos (UE, BCE...), en vez de garantizar la dignidad y el bienestar de la población, mira por el interés de un grupo o colectivo reducido al cual se le beneficia de forma considerable, aumentando por tanto el abismo entre clases en vez de lograr que todo más o menos consiga equipararse.
En el momento que un sistema se rige y persigue intereses económicos, dicho sistema se vuelve corruptible o propicio a que aparezcan casos de corrupción y a su vez ha perdido completamente su esencia, ya que deja de velar por los intereses de sus ciudadanos, mirando exclusivamente el interés personal y más concreto económico. Ya no solo vemos como se roban cantidades astronómicas de dinero, sino que la gestión de los servicios básicos es privatizada por empresas vinculadas a los ministros de turno. El equipo de gobernación esta compuesto por grandes empresarios privados, aqui sufrimos el caso de las puertas giratorias, ya que entran en el gobierno con un cargo público y llegan con el fin de llenar sus bolsillos de dinero, garantizandose una jubilación millonaria y beneficiando a sus empresas al máximo posible, todo esto conseguido por supuesto con el dinero que aportan los ciudadanos para sostener esa infraestructura de servicios básicos que se esta privatizando.
El sistema de impuestos en nuestro sistema surge con el fin de sostener unas infraestructuras básicas de educación, sanidad, transporte y educación con el fin de que puedan ser utilizadas por cualquier miembro de la sociedad, sin embargo se ve una contradicción muy grande con respecto a esta cuestión, ya que si comparamos el modelo económico y político-social Estadounidense Neoliberalista, con nuestro modelo que es el "Estado del Bienestar", en el Estadounidense se privatizan todos los ámbitos de la vida, no se pagan apenas impuestos porque la gente se paga los servicios que necesiten, mientras que nosotros, en el supuesto Estado del bienestar pagamos impuestos por los motivos dichos anteriormente, por lo tanto no puede ser que en un Estado del Bienestar se privaticen todas las infraestructuras básicas y encima se paguen impuestos, por lo tanto el nombre recibido de este modelo de sistema no se asemeja con la realidad, así que en mi opinión nuestro estado es "El Estado de los chorizos, timadores y mentirosos".
Se esta logrando la política económica que pretendía Milton Friedman y sus discípulos de la escuela de Chicago. Ya se puso en marcha en Chile con Pinochet y en Inglaterra con Margaret Tatcher, la gran diferencia es que ahora se esta implementando de otro modo y sin que nos demos cuenta, en Chile se implemento mediante una dictadura militar y la señora Tatcher fue reelegida en Inglaterra gracias a la victoria en las Malvinas, guerra que se creó con el fin de desviar la atención del pueblo a su política y que se centrasen en la fuerza de su país. Actualmente se esta aprovechando la crisis económica para introducir políticas Neoliberalistas que conllevan como bien dije anteriormente a la privatización de los sectores básicos, la desregulación de los mercados y políticas que beneficien solo a unas minorías como a los empresarios.

Adrián Aceituno García.

martes, 11 de junio de 2013

Volver a lo analógico




En el libro de La ballena y el reactor  Langdon Winner nos da ejemplos que demuestran que cualquier objeto producido por el hombre puede tener consecuencias políticas, los objetos que produce la técnica no son apolíticos, todo lo contrario; quiéralo o no el inventor. Cuando en la teletienda dicen que ese producto nos cambiará la vida no van muy desencaminados; si no es ese en particular cualquier otro lo hará y seguramente a costa de otro. Cuando un equipo de ingenieros diseña un coche en un edificio del oeste de Alemania están influyendo en miles de personas de otro lugar del mundo que se encargarán de su ensamblaje. O cuando a Jack Dorsey se le ocurrió Twitter supongo que no tendría en mente que lo utilizarían miles de personas para quedar e intentar derrocar un gobierno.

Pero la tecnología no sólo nos cambian la vida haciéndolo más fácil en lo material, sino sobre todo en lo psicológico. Cada vez lo que consumimos, ya sea tangible o intangible, se caracteriza por la velocidad en la que podemos utilizarlos. La búsqueda de la eficiencia, abanderada del capitalismo, se ha impuesto en nuestro modo de vivir, debemos hacerlo todo optimizando tiempo y recursos y a la mayor velocidad posible. Es la única manera posible de vivir, lo que prima es lo veloz, y sin profundizar mucho en el tema, ya sea en forma de tweet, noticias del telediario en 4’, comida de microondas, minijobs o contrataque de Cristiano Ronaldo. No hay tiempo para el verdadero análisis filosófico-político de lo que acontece, no nos divierte el juego calmado y mucho menos es posible encontrar un trabajo donde no haya que maximizar beneficios. Todo se acelera.

Cara de la misma moneda del capitalismo es la pereza, esa incapacidad para salir de la espiral de velocidad y desinterés. Internet, la herramienta que ha posibilitado que miles de personas se aprovechasen de las redes sociales para intentar un cambio político, antes de eso ya había tomado los hábitos de millones de personas que exigen la velocidad de su banda ancha en todo lo demás. Y claro, aun sabiendo sobre la creciente pobreza y precariedad, millones de personas decidieron quedarse en casa pese a apoyar las manifestaciones del 15M o las huelgas generales; y para muchas que salieron las esperanzas se apagan lentamente consumidas por la cotidianidad. Demasiado acomodados para hacer la revolución y demasiado impotentes ante la lentitud del cambio desde las instituciones, la sociedad parece correr cada vez más rápido para llegar primera a ninguna parte, está tan KO como satisfecha ante el rumbo que ha tomado la Historia. O nos contagiamos de la rabia turca para seguir luego el camino latinoamericano o seguiremos a la deriva hasta que algo caiga del cielo. 

Pedro Pinilla Plaza

El mercado, la innovación y las marcas.

Hoy en día le economía marca el ritmo al que todos hemos de bailar, cuando se dice que algo se hace por el bien de la economía esto lo convierte en algo incontestable y se le imprime una necesidad igualable a la de un juicio puro a priori kantiano. Estamos inmersos en un sistema que está organizado de tal forma que prima más la economía que las personas.
La economía necesita que las personas seamos literalmente sumideros donde verter sus productos y agotar el stock para poder seguir fabricando productos que verter en esos sumideros que generan tantos beneficios económicos. Esto, en cuanto a las personas de clase media de los países desarrollados, porque el mercado necesita como expone Naomi Klein de personas que trabajen por cantidades absurdas, sin ningún tipo de derecho laboral, para poder producir muy barato y luego venderlo a un alto precio multiplicando así sus beneficios.

Los productos tienen sus condiciones de posibilidad, en la sociedad en la que se quiere comercializar. El problema real es que hacemos mucho en muy poco tiempo, hasta el punto de que cuando sale algo “nuevo”, ya hay algo aun más nuevo esperando en los almacenes, en este sentido solo podríamos hablar de lo ultimo frente a lo nuevo. Por eso no podemos hablar de una innovación real aplicada al mercado, ya que como este está en continuo movimiento (en sentido aristotélico) no hay una clara diferenciación entre el producto anterior y el “nuevo”, tal es el caso por ejemplo de la telefonía móvil, donde no hay un salto cualitativo claro que nos permita decir que un teléfono de nueva generación sea completamente nuevo con respecto al de la generación anterior.

Con esto no puedo evitar reflexionar acerca de si este mercado descarnado sería posible si no estuviera establecido en la sociedad en la que está. Es obvio que no, el mercado no ha aparecido sin más por arte de magia, sino que al igual que una planta ha sido regado con nuestro egoísmo, nuestras ansias de novedad y consumo sin fin.
Las marcas de las grandes compañías, además hacen una labor igualadora, es decir, frente a la apariencia de diversidad que muestran las diferentes marcas, nos encontramos que lo que realmente se da es un proceso de homogenización social. Convirtiendo los grandes centros comerciales, en pasarelas de moda donde ir a lucir las últimas adquisiciones hechas en los mismos centros comerciales mientras que se van a adquirir las “nuevas”.
Tomando ahora a Hegel como referencia y específicamente en relación a cuando nos habla del fin del arte, nos dice que el arte es desbancado de su trono por la ciencia y la economía, sacándolo del lugar central que ocupaba. Lo que parece suceder es que la economía no solo desbanca al arte de su posición central, sino que también expulsa a la filosofía y la religión, ocupando ella misma  el espíritu absoluto.
Por tanto al convertirse la economía en el espíritu absoluto y desbancar de la posición central a la religión, el arte y la filosofía, evita que tengamos pensamiento crítico sobre esta, construyendo un eterno presente de producción y consumo.
No hay novedad propiamente dicha, sino más bien que la novedad solo sobrevive por ligeros cambios superficiales creando un mundo de mascaras, juegos de luz y disfraces, que enmascaran que es siempre lo mismo.
Adrián Balaguer Calderón.


Bibliografía:
- ” Monserrat Galcerán Huguet y Mario Domínguez Sánchez.”Innovación, tecnología y sociedad de masas”.
- Theodor Adorno y Max Horkheimer : “Industria cultural”
-Fredric Jameson: “El postmodernismo o la lógica cultural del capitalismo avanzado”, Barcelona, Paidós, 1991.

-Naomi Klein: No logo “El poder de las marcas”.

lunes, 10 de junio de 2013

Medidas de clase



Este artículo tiene como base el primer capítulo del libro de Martha C. Nussbaum Crear capacidades. En él Martha nos cuenta la difícil situación de una joven mujer india, Vasanti,  que ha dejado a su marido porque abusaba de ella y gastaba todo el dinero que entraba en casa. Posteriormente  la situación de Vasanti mejora ya que es acogida por sus hermano (cosa no muy frecuente en la India), los cuales le hacen un crédito para que emprenda un pequeño negocio; si bien cuando realmente mejora es al contactar con la ONG SIWA que le da otro préstamo fuera de las ataduras familiares y acceso a formación y contactos que le hacen disfrutar de una independencia desconocida para ella hasta entonces. Finalmente enlaza la situación de Vasanti con la pobre e injusta manera de medir el nivel de vida en los países, el conocido PIB, el cual no dice nada de la dignidad con la que las personas del país viven sus vidas;  además dice que todos los países están en vías de desarrollo y de momento están perdiendo la batalla por la dignidad de las personas.

Creo que es innegable lo acertado de su análisis, en el sistema capitalista en el que nos hayamos sumidos lo único relevante para quienes tienen poder sobre las mayorías es el dinero que posibilita dicho poder. Los Estados al comportarse como empresas, tanto en la faceta económica como a la hora de administrar su burocracia, tienen como principal objetivo tener un balance de cuentas positivo, si bien les es bastante difícil dado el gran poder que poseen los bancos al reclamar los pagos de esas deudas odiosas e impagables. Los efectos que se derivan de esas políticas neoliberales son bien conocidas para todos, recortes en los servicios sociales que hacen la vida un poco más digna al sentir ese triunfo de los derechos comunes que casi les quitamos a los más ricos. Como bien decía Martha Nussbaum los países están perdiendo la batalla, y tras la nueva crisis sistémica de 2008 se han impuesto unas medidas  políticas que han hecho de la macroeconomía el punto de vista único, degradando sin ningún pudor las condiciones de vida de la mayoría.

Ahora bien ante la incapacidad del PIB para medir la calidad de la vida de los ciudadanos de un país existen otros indicadores como el Índice de Desarrollo Humano (IDH), creado por Amartya Sen, el que se introducen tres parámetros: esperanza de vida al nacer, tasa de alfabetización en adultos y PIB per cápita. Este indicador si bien es más “humano” que medir solamente el PIB yo creo que no es ni mucho menos definitivo, sobre todo en lo que respecta en el apartado de educación. Es obvio que cuanta más gente alfabetizada será mejor pero al igual que el ejemplo que cita Martha de Tiempos difíciles más importante que la cantidad será la calidad de esa educación. Si queremos vivir en un mundo digno no bastará que el cien por cien de la población haya cursado estudios si estos han reproducido una cultura opresora, de nada serviría que toda la gente haya recibido una educación religiosa que perpetúe el patriarcado, pues de esa forma, por ejemplo, Vasanti seguiría probablemente en problemas; de poco serviría también esa educación para todos si les enseña una manera de vivir neoliberal como la que plantea el ministro Wert en nuestro país. En definitiva, no sé si puede medir esa calidad de vida, al menos cultural, de manera que se pueda comparar entre países su desarrollo, desde luego no creo que sea posible ni deseable hacerlo mientras impere el sistema inhumano en el que nos relacionamos.

Pedro Pinilla Plaza