Langdon Winner

jueves, 13 de junio de 2013

Políticos y empresas y viceversa

Los casos de corrupción política están a la orden del día, y, por desgracia, más en España. Los escándalos de corrupción que se anuncian en los medios indignan, y con razón, a la población del país dado que se trata del robo de millones de euros del dinero de los contribuyentes. No obstante también existe otro tipo de corrupción que podría denominarse a todos los efectos como “legal” de la cual no hablan los medios. Se trata de lo que se denomina como el “fenómeno de las puertas giratorias” provocado por el famoso “amiguismo” entre miembros del estado y las empresas privadas.

Este fenómeno tan particular, del que también se habla en documentales y películas como la de Inside Job, es una forma más de secuestro de los intereses públicos por parte de los políticos y gobernantes para ponerlos al servicio  de las grandes empresas y corporaciones privadas (que actúan generalmente en mercados oligopólicos como por ejemplo el de la energía o el farmacéutico). A cambio de los servicios y favores prestados a las empresas por parte de los políticos, estos son contratados cuando abandonan su cargo público y reciben puestos como directivos, muy bien remunerados por cierto, de estas empresas además de los millones ganados en el proceso.

Este entrar y salir que se da de las empresas privadas a los cargos de la administración pública y viceversa es el denominado efecto de las puertas giratorias. Esto es posible gracias a las lagunas legales que deja la ley. Cierto es que es necesario un endurecimiento de esa ley para prevenir que esto ocurra, pero aun así esta medida no sería tampoco suficiente para evitarlo puesto que se trata de un tipo de corrupción que podemos calificar de institucionalizada. Para eliminar o, al menos, dificultar lo máximo posible este tipo de corrupción de guante blanco sería necesario realizar cambios radicales en las condiciones institucionales de los mercados que es donde se genera. De lo contrario seguiremos sufriendo este tipo de corrupción y las puertas giratorias seguirán dando vueltas.

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