Langdon Winner

domingo, 31 de marzo de 2013

Un juego perfecto


A raíz del documental acerca de la corporación podemos ver que la corporación no funciona con independencia de la sociedad, en tanto que la sociedad es la condición de posibilidad de la corporación. Podemos utilizar como en el documental para explicarlo, la imagen de Frankenstein, en la cual su creación se le va de las manos y acaba por matarlo. En el caso de la corporación, utilizando resquicios legales acabó por zafarse de las limitaciones a las que estaba sometida. En el documental el símil acaba aquí, pero yo creo que es más interesante ver que en la película, el pueblo acaba con el monstruo de Frankenstein mientras que a nuestro monstruo de hoy en día (la corporación) lo alimentamos y le damos cada vez más poder.
La corporación carece de ética, ya que esta no es beneficiosa económicamente, la meta de la corporación es la de obtener el mayor beneficio en el menor tiempo posible. Y no es de extrañar que si su única meta es el beneficio económico se puedan permitir ciertos lujos amorales, como el de explotar a los ciudadanos de los países subdesarrollados, apropiarse de sus recursos, e incluso engañar a sus consumidores, estos ya de países desarrollados.

¿Por qué pueden permitirse todo esto? Aquí es donde hay que poner el énfasis, si pueden hacer todo lo anteriormente citado es porque estamos dentro de un sistema que establece unas normas de juego que son perfectas para que esto siga así. Si una empresa es multada por delitos contra el medio ambiente, o contra la salud pública, la sanción correspondiente es de unas cifras irrisorias para la empresa, por tanto pueden permitirse infringir la ley. Además como las reglas del juego están perfectamente diseñadas a favor de las corporaciones, nos encontramos con que las cadenas de televisión al igual que la prensa escrita, al estar controladas por corporaciones nos dan una información velada, y en los casos en que las cadenas pertenecen al estado el resultado es el mismo, ya que en muchos casos hay cooperación entre las corporaciones y los estados, como ya hubo cooperación entre las corporaciones y los regímenes fascistas, como vemos en el documental en el caso de IBM, además en estos casos para evadir responsabilidades pueden utilizar la estrategia de la “cometa”, como nos muestran en el documental IBM evadió responsabilidades a la filial alemana, con el pretexto de que no sabían en E.E.U.U. lo que hacían sus compañeros alemanes de IBM. El único caso en el que puede encontrarse un medio de comunicación más democrático es Internet, pero aun así Internet está cada vez más mediado por las corporaciones.

La única salida que se le puede dar de alguna forma a esto es que de algún modo, les fuese rentable acogerse a la ética, y a la protección del medio ambiente. Esto es, de alguna forma, cambiar el final de la película de Frankenstein por el final de la novela, en la cual el monstruo acaba suicidándose, ya que nuestro monstruo está tan integrado en el sistema que se ha convertido en el propio sistema, y tienen que darse cuenta de que este sistema que destroza el planeta con la utilización de combustibles fósiles, y la explotación de terceros países no se puede seguir manteniendo.

Vida y Tecnología

Vivimos en una sociedad ligada y dependiente de la tecnología, con esto no quiero decir que la tecnología sea ni mala ni buena, ya que gracias a ella y la ciencia se han hecho progresos espectaculares en muchos ámbitos con el fin de mejorar nuestra vida y facilitar nuestras labores, hablemos de los avances sanitarios, las tecnologías de la comunicación, etc.

Yo relaciono la tecnología con la vida misma, en el sentido Nitzscheano en cuanto que toda vida se basa en el principio de conservación y  aumento, hay vida, porque esta tiende a conservarse y al conservarse tiende a aumentar, ya que si solo tiende a conservarse, sabe que va a morir. Por ello la tecnología no para de crecer y crecer, sinembargo, la tecnología ha sido creada por nosotros a diferencia de todas las cosas que hay en nuestro alrededor y sin darnos cuenta su expansión consigue abstraernos en gran medida de la realidad, consigue que se eliminen las relaciones cuerpo a cuerpo, pero por consiguiente puedes mantener relaciones con otros individuos a distancia, de tal modo que vemos como las fronteras delimitadas por los estados se difuminan.
Gracias a las tecnologías de la comunicación podemos tener a todo el mundo engañado, o informado, hay varias formas de mirarlo, pero también sabemos que es un medio importante de poder, ya que imprimes imágenes e información en tus súbditos (se deja de ser ciudadano y se pasa a ser súbdito en el momento en el que el Estado actúa bajo las directrices de un 3º y no por los deseos de sus ciudadanos, un ejemplo, el No a la guerra) con el fin de que crean en una verdad que no tiene porque serla, tenemos redes sociales y gracias a ellas las fronteras se van perdiendo y podemos saber que esta pasando en otra parte del mundo por el envio de eventos, vídeos, etc. Es decir, es un medio con el que los ciudadanos están causando muchos problemas a los Estados ya que permite no depender de los medios de comunicación, tan ligados al sistema y estar perfectamente informado de lo que pasa en otro lado del planeta. Ahora bien las redes sociales son una fuente muy segura de poder y control, predicamos libertad a todas horas, de hecho la tecnología misma surge gracias a la libertad, pero ¿sómos libres? sí y no, somos libres de elegir entrar en la red, pero al entrar todas tus fotos, comentarios, quien son tus amigos, donde vives... esa información ya la estamos facilitando, de tal modo que no eres libre porque pueden controlar hasta que hiciste el viernes por la noche y a su vez eres libre porque tú elegiste estar en la red.
Aquí surge el problema de las nuevas generaciones, las cuales nacen con un móvil o una consola debajo del brazo y su dedicación diaria es estar delante de la maquinita, olvidando que puede hacer mil actividades y que a su vez hay que ser conscientes de que tenemos obligaciones diarias que deben ser cumplidas, podemos poner un ejemplo, el fracaso escolar, las grandes tasas de obesidad infantil, etc.
Hablemos más sobre el desarrollo de la tecnología, me gustaría destacar que prácticamente todo el progreso que hemos realizado en este ámbito se debe a una fea realidad, gracias a los fines bélicos de todos los Estados, anteriores, actuales y futuros, la tecnología en su práctica totalidad sigue progresando, mucha de esa tecnología es luego usada por la sociedad, pero el fin con el que se descubrió o el fin con el que se creó es completamente distinto, podemos ver un ejemplo claro, que es Internet, creado por el ejercito Estado Unidense, la bomba Atómica con cuya formula se han creado las centrales nucleares, etc.

sábado, 30 de marzo de 2013

El caballo de Troya al reves


Comentario sobre “El caballo de Troya al reves”

El desarollo de la sociedad ha llevado consigo una cambia en nuestra concepción sobre lo que es ético. Hoy en dia, en la sociedad tecnológica y informativa, las empresas multinacionales dominan la sociedad – economicamente y culturalmente – y por eso, necesitamos que pensar en nuevas formas sobre la ética y como podemos integrar, efectivamente, lo ético en nuestra sociedad. Ya hemos probado establecer un fundación para lo que es ético, con los derechos humanos, pero puesto que derechos humanos no forman parte de nuestra naturaleza y solamente son algo que nos hemos convenido en un nivel politico, tienen muy poco efecto en practico. Tanto régimes como empresas multinacionales violan estos derechos sin consecuencias, porque los derechos humanos y la ética in general ha sido, y todavia es, algo muy impalpable, y por eso es difícil que mantener en un nivel social.
Por eso, Queraltó arguye, tenemos que cambiar nuestra perspectiva sobre la relación entre el sistema de la sociedad y lo ético. Vivimos en una sociedad donde eficacia y optimización de las manos de obra es cada dia mas importante para las empresas, y por eso tenemos que veer lo ético como algo que puede ser eficaz para la empresa, y al mismo tiempo ser bueno para el individuo y la sociedad. Es decir, es imperativo que las empresas empiezan a veer lo ético como algo que es beneficio para sus mismas tambien; bien condiciones para los trabajadores generan mejor productos, consideración para el medio físico desemboca en mas oportunidades diversas para generar bienestar para un gran numero de gente, que es una ventaja mutua; i.e. es sostenibilidad.
       La concepción antigua de lo ético como algo que debemos que hacer solamente porque es “lo correcto” ya no es suficiente para asegurar que empresas actúan en una manera ética. Las empresas que hacen cosas buenas para los individuo o la sociedad, y cuales llamamos “éticas”, no hacen por motivos morales, pero porque son beneficios para sus mismas. Pero los dos son compatibles, y es imperativo que enseñamos a las empresas, que hacer lo ético, tambien puede ser beneficio para ellas.


- Nicolai Narvestad 

jueves, 28 de marzo de 2013

BIOPOLÍTICA Y NEOLIBERALISMO.


En “Biopolítica, liberalismo y neoliberalismo: acción política y gestión de la vida en el último Foucault”, el profesor Pablo López Álvarez de la Universidad Complutense explica algunas de las nociones centrales de la filosofía política de este autor. Fijaré mi atención en las de biopolítica y neoliberalismo.
Para comprenderlas hay que señalar antes qué tipo de cambio supuso el tránsito de la llamada “razón de Estado” al “liberalismo”. Se pasó de un método en el que el gobierno ejercía un condicionamiento exhaustivo en casi todos los ámbitos (un método disciplinario), a otro en que el gobierno se concibe más bien como un residuo jurídico necesario y suficiente.
Posteriormente el neoliberalismo, sistema caracterizado por la llamada “razón de mercado”, sugiere desde la tercera década del s.XX y especialmente tras la Segunda Guerra Mundial una inversión del problema económico. La cuestión ahora es ¿cómo surge el Estado en este ámbito gobernado por las leyes naturales que guían al mercado? Así, nos embarcamos en un proyecto de teología negativa del Estado como un mal absoluto, en términos de Foucault.  El Estado sólo se encargará ya de evitar los monopolios; si acaso, estará en sus manos poner en marcha acciones reguladoras y ordenadoras, pero que no interfieran directamente en el campo económico. Y por último, desarrollará una política social orientada no tanto al bienestar o al consumo generalizado, sino exclusivamente al crecimiento económico.
El dispositivo neoliberal de gobierno tiene forma de empresa y comprende que cada individuo tiene un capital en sí mismo (su fuerza de trabajo) que ha de invertir para subsistir. Es la teoría del capital humano propuesta por T. Schultz y G. Becker durante los años 50 y 60 del siglo pasado, según la cual el salario, ligado a la productividad y no ya a la función del trabajador, es la renta por el alquiler de un capital (así, todos somos empresarios de nosotros mismos, y cada uno tiene que procurarse su propio bienestar). Proponen la sustitución del trabajo estable por la empleabilidad, la concepción del trabajador como un cliente interno, y por supuesto exalta los valores del individualismo y la competencia. Además el “dejar morir” es algo propio de este sistema gubernamental, aunque nunca lo confiesa abiertamente ni es algo integrado de forma explícita en su aparato teórico.
Por otro lado, Michel Foucalt define biopolítica como el estilo de gobierno que regula la población mediante el biopoder (la aplicación e impacto del poder político en todos los aspectos de la vida). Pablo López observa el giro foucaultiano desde la noción de biopolítica al análisis de la gubernamentalidad neoliberal, y en base a ello propone una serie de “indicadores tácticos” para la noción de biopolítica, que me han parecido muy oportunos:
a)       Restituir la noción de biopolítica para una concepción del trabajo propia del neolibealismo.
b)       Pensar la biopolítica como histórica y políticamente determinada.
c)       Intentar superar el “modelo de empresa” buscando nuevas formas de actuación política.

martes, 26 de marzo de 2013

La Corporación como individuo jurídico - ¿Debe y puede ser juzgado como un individuo?

La Corporación como bien sabemos es un conjunto de trabajadores que trabajan por un objetivo, surgió para realizar obras y construcciones que sirvieran de utilidad a la sociedad, la capitalización máxima estaba muy controlada por el Estado, al igual que el tiempo del que disponían y sus accionistas eran responsables ante la Ley.
Con la creación de la Décimo Cuarta Enmienda, la cual iba dirigida en un principio a individuos corpóreos, más concretamente a los negros, con el fin de equilibrar sus derechos con los del hombre blanco, de esta manera se les permitía tener propiedad y "libertad". Los Abogados de las corporaciones se acogieron a esta enmienda en los tribunales y se les concedió el derecho de ser un individuo jurídico.
Ahora me gustaría analizar las diferencias entre la corporación y un individuo corpóreo.
La Corporación es un individuo inmortal, carece de responsabilidad moral a la hora de realizar sus acciones, lo único que se busca es el interés económico de sus accionistas, por ello siempre se busca el interés propio al interés o beneficio ajeno. A la hora de responder ante la ley, un individuo corpóreo es responsable de sus actos y puede responder con su patrimonio, un accionista de una corporación no es responsable de sus actos, solo responde con sus acciones y como ahora veremos una corporación tiene muchísima más magnitud de acción, provoca daños a una escala muchísimo mayor y sin embargo sus dirigentes y accionistas no responden ante la ley como tal.
Una corporación con el fin de reducir costes puede externalizar sus servicios, de este modo siempre dos salen ganando a costa de un tercero, de esta forma surge la explotación laboral, ya que las corporaciones en el momento que ven que pueden reducir costes lo harán, entonces despedirán a toda su plantilla de trabajadores y se llevarán la producción a países subdesarrollados para maximizar sus beneficios. Con esto ya estamos generando despido y explotación.
Muchas de las corporaciones se dedican a la producción de productos químicos, muchas de ellas generan una contaminación extraordinaria en nuestro planeta, ya sea en forma de gases liberados a la atmósfera, de destrucción de ecosistemas con el fin de explotar o construir en una zona concreta e incluso utilizar a los animales no como tal, sino como unidades de producción.
Dichas corporaciones por si fuera poco tienen la posibilidad de incumplir la ley, si los beneficios que obtienen con ello son superiores a la pena que deberían cumplir por saltarse dicha ley, pero por si fuera poco, en muchos de los casos ocultan pruebas para directamente no tener ni que pagar por sus actos, independientemente de las repercusiones que tengan en la sociedad.
Un individuo corpóreo no es capaz de dañar con la misma magnitud y es siempre responsable de sus actos.
Muchas empresas con el fin de lavar su imagen recurren a hacer campañas sociales o inversiones sociales, siempre y cuando no afecte a su actividad, de esta forma de cara al público hacen una buena labor y la gente seguirá comprandoles o apoyando su actividad.
Quiero terminar con esta pregunta con el fin de reflexionar un poco ¿La corporación debe y puede ser juzgada como un individuo?

Adrián Aceituno García

jueves, 21 de marzo de 2013

¿Es posible una ética en una sociedad tecnológica?


El ser humano es el único, en todas las especie de seres vivos de la tierra, susceptible a elegir entre lo bueno y lo malo. Ni bien el hombre sale del útero ya tiene que elegir entre sí llorar o no llorar para ser amamantado. De manera, que ese ser va adquiriendo conciencia de lo que está bien y de lo que está mal, pero esto no quiere decir, que ese ser vaya a elegir una conducta buena, aun sabiendo la diferencia que hay entre lo bueno y lo malo.
Aunque los padres le eduquen bien, el hijo puede o no elegir llevar una conducta moral buena ante la vida. También puede ocurrir el caso en que los padres no le hayan educado bien, pero que el hijo tenga una conciencia moral buena. Todo este dilema ético, ya se lo han planteado nuestros antepasados que hasta día de hoy sigue siendo un problema en las relaciones humanas.

 Hay diferentes soluciones éticas que se han dado a lo largo de la historia humana. Una primera solución ética que se dio fue la ética de las virtudes que duró toda la Edad Media, cuyo máximo representante fue Aristóteles. Está ética consistía en educar, se centraba en introducir la razón en las costumbres de manera duradera, elaborando una serie de hábitos adecuados. Sin embargo, con el paso de la Edad Moderna, fue preciso otra ética que regule esa nueva sociedad moderna. Aquí solo destacaré la ética del deber en Kant, en la cual consistía en  "obra de tal manera en que tu forma de actuar se convierta en una máxima universal", en un obrar por deber, en el cual el sujeto deberá actuar conforme al deber, ya que de esta manera no se le ocurrirá faltar a la ley moral. Pero esta ética como bien dice Ramón Queralto, se quedo en una ética para héroes ya que el deber queda a un lado en la vida cotidiana, no se llega a poner en práctica, quedando como imposible, con lo cual otro intento fallido como solución ética.
 
Entonces, ¿qué es lo que fallo para que estás éticas del deber se muestren ineficaces?, sin lugar a duda, fue su alto contenido teórico, tanto fue que en la acción era difícil ponerlas en práctica. Esta el gran cuestión que nos concierne a nosotros, hijos de la tierra; de buscar una ética que pueda ser aplicada en nuestra época, época de cambios tecnológicos constantemente. Una ética pues hijos de la tierra, que sea acorde con una sociedad globalmente tecnológica.
Una ética que llegue al hombre de a pie, que somos la mayoría. Una ética que sea compatible con esa sociedad tecnológica. Una solución ética para esta sociedad tecnológica en la que vivimos la encontramos en Ramón Queralto. Este propone una inversión, es decir, que en vez que la pragmaticidad este subordinada a la teoría, que la teoría esta subordinada a la pragmaticidad, de ahí el título de su artículo del que estamos tratando el “caballo de Troya al revés”
De esta manera, Queralto aboga por una ética pragmática, cuyo criterio, la eficacia operativa será instrumento de metodología ética. Así, la ética será vista como algo que contribuye a la eficacia de una sociedad tecnológica.
Por lo que la máxima pragmática de lo ético, según el autor, sería la de “obra éticamente porque así serás más feliz y más eficaz en la consecución de tus fines existenciales” Está ética de la pragmaticidad según Queralto, tendría como principal vector ético, la solidaridad social, una solidaridad globalizada que es eficaz en su conjunto. De e el vector solidaridad se derivan dos según el autor: justicia social e igualdad de derechos, la primera hace efectiva una distribución justa de los bienes sociales, y precisamente justa, hace que reclame el otro vector, igualdad de derechos, por lo que las tres se necesitan para adquirir eficacia operativa en esa sociedad tecnológica.

Por consiguiente, la solución que da Queralto se queda de igual manera lejos de poner en práctica esa ética pragmática, ¿por qué? Pues precisamente, en un mundo que tiene como infraestructura fuerte el capitalismo, no se puede aplicar su ética, ya que para introducir la solidaridad social hay que abolir la ley de oferta y demanda, típico del capitalismo. Hay que cambiar las forma de vivir la vida, de dejar ver la vida como una vida ligada al mercado, de yo te compro esto y tú me vendes lo otro. Por eso mismo han fracasado todas las éticas. Claro que es conciliable lo ético y lo tecnológico pero no cuando ambos están subordinados a las leyes del mercado. Entonces, la cuestión es cómo dejar de ver la vida como un mercado, eso sí que sería la gran cuestión, ese sería el punto de partida a proseguir, así que hijos de la tierra habremos de encaminarnos a ello.

 
Andrea Triviño

miércoles, 20 de marzo de 2013

¿ES APROPIADA LA SOCIEDAD TECNOLÓGICA?


El profesor Ramón Queraltó da cuenta en su trabajo “El “caballo de Troya al revés”: diseño de una estrategia ética en la sociedad tecnológica” de un fenómeno histórico que nos incumbe de forma muy directa a todos, que se está dando ahora mismo: la transición desde una sociedad científica a una sociedad tecnológica. Centraré mi reflexión en la primera sección del texto. Allí se describe la nueva sociedad a través de tres características fundamentales, las cuales no podemos dejar de considerar.

1. La racionalidad tecnológica es la primera de ellas. La tecnología se considera ya un nuevo sector de la estructura social, un instrumento a través del cual parece que lo podemos solucionar todo. Esto implica una decisión fundamental, y orienta, como Queraltó advierte, una forma de conocimiento determinada y un criterio de validez concreto. Hemos de preguntarnos si realmente esta opción es la correcta o la conveniente. No sugiero que sea definitivamente mejor una sociedad con criterios epistémicos de corte, por ejemplo, más humanístico, pero quizá optar por una amalgama de valores sea una opción más abierta.
2. La autoexpansión indefinida es otra de las características paradigmáticas de esta sociedad. Es decir, tiende siempre  a ampliar sus horizontes. Hoy la preocupación por el crecimiento en todos los aspectos es fundamental. El no crecimiento (económico especialmente, pero también en otros ámbitos de la sociedad) se considera una lacra que hay que corregir. Parece que en la sociedad tecnológica no existe un momento de pausa, parece un tren teledirigido y unidireccional. Y quien no mira por dónde va acaba tropezando. La filosofía es la disciplina que mejor puede aportar una mirada crítica, y no cabe en la sociedad tecnológica.
3. La voluntad de poder, de manipulación y transformación de lo real, es una característica propia de estas sociedades, también. Considero que la filosofía, piedra angular del enfoque propuesto, de nada sirve si no está encaminada a transformar la realidad que le sirve como fuente. Pero quizá una sociedad tecnológica poco reflexiva (2) y cerrada (1) a modificaciones para un repensar ulterior, no esté en condiciones de operar en lo real de la forma más satisfactoria para todos, si es que esto es lo que buscamos (algo así como el bien común, la mayor felicidad, la justicia, o algún otro fin más allá del puro esquema circular Crecimiento à Obstáculo à Solución técnica à Crecimiento à Obstáculo à …).

La ética propuesta más tarde es una adaptación sensata e inteligente a este sistema, pero supone haber aceptado la sociedad descrita, y por eso sólo calza si se introduce "al revés". A mí me parece que ésta sociedad podría ser gobernada por un programa de ordenador, no necesita de una inteligencia. Por un lado, si somos capaces de evitar la violencia, fomentar el respeto, convivir, etc., tanto mejor. Pero, por otro lado, pienso que una auténtica mirada crítica nos haría formularnos cuestiones como la fecha de caducidad de este crecimiento por el crecimiento. ¿Cuál es el límite de esa autoexpansión, si bien indefinida, quizá no ilimitada?  En mi opinión, la ética propuesta, si es en cierto sentido íntegra filosóficamente, nos conducirá en un segundo o tercer repensar de sus propias estrategias y principios a la completa reformulación de este modelo social.

viernes, 15 de marzo de 2013

El caballo de Troya al revés. Una nueva manera de repensar la ética.

En una sociedad tecnológica globalizada ha triunfado la eficacia funcional, la pragmaticidad operativa, y especialmente las tecnologías de la información y de la comunicación.
La pregunta tradicional por el ser de la cosa ha sido subordinada por la de la utilidad, por el   << ¿para qué sirve?>>.
A los políticos no se les puede presentar las ideas de la ética de la Modernidad, porque vivimos en una sociedad con una mentalidad diferente.
Los derechos humanos no son intrínsecos a nuestra naturaleza, son algo que hemos ganado porque hemos peleado por ellos. Y todavía no se respetan en todo el mundo.
Los conceptos, las definiciones no están dadas, van cambiando con el paso del tiempo, porque son el resultado de luchas vitales. Lo abstracto se juega en lo concreto.
La idea de ciudadano históricamente no ha permanecido inmutable. Olympe de Gouges fue ejecutada por los jacobinos por denunciar que “La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano” discriminaba a la mujer, no las incluía como ciudadanas.
Hemos roto con el paradigma naturalista, y atrás hemos dejado esa ética “de héroes”, de hacer el bien por el deber. Para el eudemonismo la aspiración fundamental del ser humano es ser feliz, pero en ese deseo hay que introducir patrones morales como la solidaridad, la justicia social y la igualdad de derechos, para que no nos pisemos unos a otros. Y como estamos tan influenciados por el modelo de la utilidad, Ramón Queraltó propone una estrategia bastante buena para reintroducir una ética que no nos suene a música celestial, y es la idea de que hay que ser solidario hasta por egoísmo.
Sabemos que una sociedad tiene problemas porque hay alguien que se queja, a saber, los que sufren, los subyugados por los diversos sistemas de dominación (político, económico-capitalista, patriarcal, etc.).
La táctica consiste en presentar las reivindicaciones de los dominados como una ventaja para los dominadores, y para la sociedad en general. Usar como modo de deslegitimación los propios efectos adversos que genera el sistema.
Por ejemplo, buscar una solución al drama de los desahucios, no por el sufrimiento de las personas que se quedan en la calle, sino porque habrá menos indigencia, no se llenarán los comedores sociales, y la imagen de los bancos no quedará por los suelos.
Queraltó habla del tema de la inmigración. Muchas veces vemos en el telediario que grupos de personas tratan de saltar las vallas de Melilla, y algunos se introducen aquí como inmigrantes ilegales, y a los que no lo consiguen el gobierno los devuelve a su país de origen. Pues si no queremos esto, habrá que ayudar a que ese país cambie lo que sea, de tal forma que sus ciudadanos no quieran huir de él.
El caballo de Troya al revés introduce lo ético de la única manera que tiene opción de triunfar, no enfrentándolo con el sistema tecnológico, y sí apoyándose en el criterio de eficacia operativa. Seamos buenos con los demás, porque es lo que nos conviene.


                                                                                                                                                                           Diana.

La corporación.


La corporación se ha convertido en un sistema de dominación más en nuestra sociedad, y frente a esta, la política ha quedado en un segundo plano.
La permisividad legal ha conducido a que las empresas desarrollen la personalidad de un psicópata, pues su principal interés, por no decir el único, es el beneficio económico a corto plazo de los directivos o accionistas.
Este interés financiero se prioriza antes que el bien público, y se sabe que algunas multinacionales han sobrepasado los límites morales con total impunidad.
No es justo que Nike tenga trabajadores en República dominicana en condiciones de explotación; tampoco que la epidemia de cáncer que hay ahora en el mundo sea producida por las sustancias químicas sintéticas que utiliza la industria; o que el medio ambiente esté tan dañado por la polución y los desechos tóxicos que generan petroquímicas como Shell. Y resulta monstruoso tratar a las vacas como unidades de producción (como ocurre en Monsanto, aunque no solo).
Considero necesario tener una actitud crítica ante el consumo. Las empresas, aliadas con buenos publicistas, están construyendo falsas necesidades, educan el querer (ya desde pequeños) y la personalidad, para que seamos de una determinada manera. Estamos perdiendo autenticidad a cambio de una filosofía de la banalidad. Tampoco creo que haya que adoptar una mirada apocalíptica, porque entonces seremos pasivos ante los abusos;  y el documental deja claro que podemos aspirar a cambiar las cosas, más que nada, porque nunca han permanecido iguales.
Los habitantes de Cochabamba se impusieron contra la privatización del agua y ganaron.
Lo cierto es que hay muchos frentes abiertos: las empresas dedicadas a la biotecnología, que están convirtiendo en patentes el material genético que descubren; o la acuciante privatización, que no ofrece tantas ventajas como el sector público (funcionar con pérdidas, mantener el empleo en épocas de recesión, etc).
Imaginar un mundo sin empresas es baladí, pues a pesar de los muchos efectos perniciosos que causan, también ofrecen bienes valiosos a la sociedad. En mi opinión, la lucha tiene que ir por el camino de reducir los daños de esas manzanas podridas, buscando el consenso entre la gente contra los abusos de poder concretos que nos parezcan inadmisibles, ya sea infringir los derechos humanos, hacer daño al medio-ambiente o a los animales.
Es una perversión ver como algo positivo, la sociedad empresarial, se está devorando a sí misma porque pierde las bases éticas, los valores en los que se sustentaba: ganar dinero dando un servicio a la población, sin ir en contra de ella.
La mejor forma de no perder la esperanza es la acción, la lucha, y el boicot a determinadas marcas. Y para que el pueblo se una contra los problemas, para que haya una mayor conciencia social, hay que saber que existen problemas. Por eso es importante que no se censuren lo medios de comunicación, que no estén manipulados por intereses políticos o económicos, y que las noticias lleguen a todos.


                                                                                                                                                                   Diana.




UNA CONCIENCIA MORAL INCOMPLETA.


La primera parte del documental “La corporación” analiza los rasgos de las corporaciones como si éstas poseyeran una personalidad propia. No es algo tan descabellado como puede parecer en un primer momento, porque las corporaciones son personas hoy en día. Sí, personas jurídicas, que no de carne y hueso, pero personas al fin y al cabo, a todos los efectos legales. De aquí partimos, por un lado.
Por otro, debemos saber y partir también de lo siguiente: toda persona que posea unas facultades mentales normales desarrolla una conciencia moral, que brota de atributos tales como la materialidad (corporalidad), la emocionalidad, la educación, el entorno y la sociedad de la misma, entre otros muchos. Cada uno desarrolla su propia conciencia moral. Algunas personas desarrollan una conciencia moral que la psicología cataloga como insana. Es el caso de los psicópatas.
Mi intención en estas escasas líneas es hacer ver que las corporaciones, si poseen algo así como una conciencia moral, es la propia de una personalidad psicópata. Y ante todo, mostrar que esto es normal. Es decir, creo que las corporaciones son psicópatas morales por norma general, como resultado de los factores que conforman su característica “conciencia moral”.
Las corporaciones son instituciones cuya finalidad es la obtención de un beneficio (cuanto mayor, mejor), fruto de la inversión de un capital puesto en común por las personas que la forman. Tenemos así que, efectivamente, la corporación está formada por individuos de carne y hueso, pero no en tanto que corporales, no en tanto sociales, no en tanto seres emocionales o capaces de empatizar o sentir, ni siquiera en tanto individuos capaces de dialogar. Estos individuos se reúnen sólo en tanto que inversores de un capital que quieren ampliar. Eso es lo único que tienen en común. Por lo demás, lo más probable es que esas personas sostengan posiciones muy diferentes en cuanto al medio ambiente, la sociedad, el bien de los individuos... Quizá algunos no hayan reflexionado mucho en torno a estas cuestiones.
Así pues, si la noción actual de corporación se mantiene, tal institución estará condenada a ostentar una conciencia moral muy frustrada. Cada uno de los miembros de una corporación (podemos imaginárnoslos como diferentes secciones de un cerebro comunitario) entra en contradicción con los demás en muchos puntos, deja muchas otras cuestiones sin resolver, y se centra en realizar ad infinitum y ciegamente la única tarea para la cual ha sido conformada: tener más (capital). La corporación, en analogía con el tal cerebro comunitario, es un fraude: es un cerebro incompleto y contradictorio, además de innatural (es inmortal e inmaterial, puede valerse tan sólo de una imagen, la cual se labra para mostrarse y subsistir). Es, en definitiva y por definición, un monstruo psicópata, no una persona.

Gabriel Sánchez Maestro, de Filosofía Política II, grupo 3.

viernes, 8 de marzo de 2013

El auge de los efectos secundarios del desastre



La constitución en personas legales de las corporaciones, un paso de gigante hacia la tiranía de los efectos secundarios que socavan las bases de la pretendida sociedad de libre mercado.



Para Robert Noczick(1) una sociedad libertaria de libre mercado tiene dos requisitos básicos. El primero es saber si los recursos tienen una apropiación legítima y el segundo quieres saber si los intercambios realizados son libres. A su vez Milton Friedman(2) afirma que los efectos secundarios para un tercero que se deriva del pacto entre otros dos, son inevitables; además asegura que las corporaciones tienen que tener derechos jurídicos pero no deberes morales.

Si miramos el mundo que nos rodea parece que hemos instalado un software sin mirar los requisitos técnicos. Es evidente que hacer una genealogía de cada apropiación es imposible, moriríamos sin saber a quien pertenece legítimamente cada cosa. Y tampoco parece que los intercambios que se producen sean libres; no hay negociación ante las corporaciones de hoy en día, o lo tomas o lo dejas. Por otra parte no parece un intercambio libre aceptar la jornada laboral en una fábrica donde cosen zapatillas en China porque te estás muriendo de hambre. Tampoco parece que tenga validez ni libertad el intercambio dinero-tarta de chocolate entre un comprador e Ikea si no están indicados los ingredientes.

Pero... ¿cómo que las corporaciones no deben atender a la moral? Las corporaciones no es que no atiendan a la moral, sino que conforman una, y muy determinada. Ellas, abanderadas de la razón neoliberal(3), no son meras empresas con fines lucrativos, son además conformadoras de subjetividades. Las personas le dimos derechos jurídicos y ellas nos brindan una manera de vivir, una manera de comportarnos con los demás y con nosotros mismos como competidores, emprendedores responsables de nuestra propia desgracia. Es obvio que está la moralidad en juego cuando poca gente no se indigna al ver documentales como La Corporación o lee No Logo. La comodidad que nos ofrecen a unos pocos conforma nuestra manera de ver la vida; sufrir y ver la devastación que provocan "los inevitables efectos secundarios" nos hace ver que tenemos que tomar las riendas de la humanidad y ser capaces de debatir qué virtudes cívicas conforman una vida buena. Surgirán ideas contrapuestas sobre esas virtudes, ahí entrará la Justicia para determinar la manera debida de valorarlas.


  1. J. Sandel, Michael. Justicia. ¿Hacemos lo que debemos? (Debolsillo, 2011)
  2. Achbar, Mary y Abbott, Jennifer. La corporación http://youtu.be/Bkr-paaAYJ8
  3. Laval, Christian y Dardot, Pierre. La nueva razón del mundo. Ensayo sobre la sociedad neoliberal. (Gedisa, 2013)


Pedro Pinilla Plaza

jueves, 7 de marzo de 2013

La corporación - ¿quiénes son? ¿qué sabemos de ella?


LA CORPORACIÓN

El asunto a tratar es sobre “La Corporación” que surgió hace ciento cincuentas años, era considerada como algo subordinado, que solo servía al bien público, era pues insignificante. Fue con los pasos de años que fue adquiriendo un crecimiento enorme hasta tal punto de convertirse en una institución dominante.
 
A día de hoy, la corporación tiene una influencia sorprendente sobre las personas en todo el mundo. Entonces, lo que nos concierne ahora es tratar de concienciar a cada habitante de nuestro planeta sobre el monstruo que nos asecha a la esquina de nuestra casa, este monstruo al que conocemos por corporación o empresa.
Primeramente, vamos a tratar qué es eso de la corporación.  Así pues, una corporación era una entidad cerrada, un grupo de individuos que trabajan juntos en un objetivo común. Hasta aquí, todo era color de rosas, hasta que los miembros de la corporación se dieron cuenta que no ganaban lo suficiente y no tenían el poder necesario para poder ganar más dinero. ¿Y qué hicieron? Pues le atribuyeron carácter jurídico, convirtiéndola en una persona jurídica, se constituye así legalmente. De modo que estás personas jurídicas no tienen moral, están diseñadas por la ley.
De esta manera, una vez que el deseo de avaricia de esta entidad emergiera hacia una insaciable riqueza y egoísmo, es cuando se abre un camino hacia el dominio de los individuos a través de instituciones privadas, que solo buscan el máximo beneficio, aunque por ello tengan trabajando a personas en condiciones desfavorable en sus fábricas, ya que lo único que le importa es enriquecerse a costa de otros.
 Una vez más la historia se repite, a lo igual que en el génesis, el hombre cae por comer del árbol del conocimiento, por querer parecerse a Dios cae en el pecado. Cuando el hombre intenta ser más que uno acaba en transgresión, y esto mismo ocurre con la corporación, el hombre la crea como si fuera a solucionarle los problemas, le da carácter jurídico,  la llena de inmortalidad para que pueda seguir coexistiendo con el paso del tiempo. A hora bien, ¿y quiénes son?, ¿qué disfraces usan?, ¿Cómo identificarlos hoy en día? No es difícil saberlo, estas entidades inmortales, la encontramos sobre todo en las instituciones democráticas, en entidades de entretenimiento Disney,  en entidades de cadenas de comidas como McDonald’s, Burger King, etc.
Una vez, identificado quiénes son, hay que buscar las claves que le dieron tanto poder, tal es así que a las empresas se les permitió que no tuvieran limitaciones en cuanto adquisición de bienes.  Por tanto, todo esto era un esbozo de identificar quienes son estas entidades, el siguiente estudio nos llevará más tiempo para ver en qué políticas estás entidades se apoyaron para crecer legalmente.

Por Andrea Triviño

Documental la corporación - Instituciones o Psicópatas


A nadie le pasa inadvertido el gran poder de las denominadas corporaciones. Sin embargo me atrevería a afirmar que el porcentaje de los que conocen su verdadero alcance –dentro del cual no me incluyo– es mínimo. Una corporación puede depositar su granito de arena en el gran desierto que forma aquel hito del bienestar de la sociedad mundial globalizada. También puede –a la vista queda en el documental– colocar peñascos que dificultan el avance de sociedades menos desarrolladas, contribuir a la tan preocupante como creciente desigualdad económica y atentar contra ese hábitat en el que nos movemos y que llamamos Tierra.

Ahora bien, ¿de qué depende que una empresa lleve a cabo un papel u otro? ¿Depende de su director general? ¿Está condicionada por el mercado? ¿Se le puede exigir responsabilidades (tanto al propietario como a la empresa en cuanto "persona jurídica"? ¿Es tan grande la opresión del mercado que hace inviable una empresa donde la máxima principal no sea la del máximo beneficio, o qué ésta esté acotada? Parece que si uno no persigue la mayor rentabilidad queda automáticamente fuera del terreno  de juego. Pero el mercado puede afectar de dos maneras: o haciendo que si no sigues sus reglas y priorizas ante todo tus cuentas resulte del todo imposible mantener a flote una corporación; o poniendo las condiciones suficientes para que le resulte imposible a cualquier humano por entero que sea no buscar exclusivamente su propio beneficio al ocupar el sillón de propietario. El primero parece un problema económico, mientras que el segundo se asemeja más a  un problema antropológico. El segundo parece tener una mayor connotación filosófica. Se pone en liza la celebérrima concepción hobbeseana del homo homini lupus. ¿Qué tiene que tener un hombre para poder rechazar un gran beneficio económico a cambio de respetar los derechos de otras personas? ¿Es posible un hombre así? En caso afirmativo, ¿puede un hombre así coexistir con el mercado actual?

Corporación como persona jurídica


       Corporación como persona.

Al margen de las posibles críticas y soluciones que se pueden otorgar hoy en día a la hora de dar cuentas a la problemática actuación de las Corporaciones. Quizás pueda valer la pena saber cómo lograron llegar a tener sus imperios de consumo por todo el mundo, tomando como base su "persona jurídica".

En su origen la corporación no era "persona" ni “persona jurídica” y estaba completamente esclavizada o subyugada al estado (en el caso de las empresas de los Estados Unidos, unido a una democracia). Tenían leyes que la limitaban como: el tiempo que pueden estar en funcionamiento, la cantidad de beneficio que podían producir y mantener, no poseer ninguna propiedad (ni terrena ni a ninguna otra Corporación), sus accionistas eran responsables (de su Corporación), en conclusión se tenía al monstruo de la Corporación encerrado. Esto nos puede dar a entender que sospechaban que algo pudiera no ir bien si se liberaba.

¿Cómo ha sucedido este cambio radical? Tras la Guerra Civil Americana se impone la Décimo Cuarta Enmienda, de la cual nos  interesa la siguiente parte: "ningún Estado podrá privar a una persona de su libertad, de su vida o de su propiedad, sin un debido proceso legal (...)". La finalidad de esta Enmienda fue combatir el esclavismo, sin embargo se liberó al monstruo: se liberó a la corporación.

Entonces, yo me pregunto lo siguiente: ¿por qué son personas jurídicas?, ¿por qué adquieren derechos de personas?, ¿Acaso adquieren derechos de personas estar formado por ellas? (por ser un conjunto de personas reales con un fin concreto: lucrarse) En el caso de una persona real, de carne y hueso (que diría Unamuno), no es igual a ninguna de sus partes ¿cierto? ¿O acaso eres una pierna o un cerebro andante? Entonces estamos hablando de seres o entidades sin existencia física individual, en el cual se escudan los dirigentes. De tal forma que, los cuerpos inversores (accionistas) forman posiciones fácilmente defendibles mediante este escudo inmaterial y eterno que es la Corporación.

La Corporación  puede ser llamada de diversas formas pero no vida, vida es nacer, crecer, nutrirse, desarrollarse, reproducirse y morir. La Corporación se crea y se destruye por accionistas a la velocidad de la rentabilidad. No hay vida posible, es una máquina inerte cuyo único objetivo es lucrarse.

Quisiera saber qué tipo de libertad tiene algo que no sea corporal, a lo cual no se le puede oponer nada que  sea material, nada hay que le impida movimiento. Mientras que desde el punto de vista inmaterial digamos: algún tipo de moral o las leyes impuestas por un gobierno. No servirían,  ¿por qué? Porque resulta absurdo pedir moralidad a un ser inmaterial, cuyo único propósito es procurar beneficios rápidos a sus inversores; respecto de las leyes ¿cómo imponerlas si hemos llegado a tal extremo que las leyes las imponen ellos a los gobiernos?

¿Cómo va a mantener una propiedad si no tiene cuerpo con el cual mantenerlo o trabajarlo? ¿Qué tipo de propiedad tendrá este espíritu, que busca beneficios legales continuos? La Corporación no se hace cargo de ellos, la Corporación es la cabeza de turco, es la excusa perfecta, para que los dirigentes adquieran el poder económico. Llegando a constituir sus imperios de consumo para deformar el sistema político que haya en el país en el que estén.

Visto que una Corporacion no puede poseer vida, libertad y propiedad digamos entonces que se trata únicamente de un escudo legal para justificar la avaricia, el terror y su poder.

Por Ivan Góngora