Naomi
Klein, en su libro “Doctrina de shock” nos habla de cómo los gobiernos de todo
el mundo, se aprovechan de una situación desfavorable para el pueblo, para
imponer una doctrina del shock y así poder implantar un sistema que les favorezca
a ellos.
Así
que cuando alguien ve algo inevitable es cuando está en una doctrina del shock.
¿Y
cómo se crea shock? Los gobiernos para ganar más dinero, lo que hacen es subir
el precio de las hipotecas y bajar el sueldo de los trabajadores para que así
no puedas pagarla, de modo que crean un shock en el individuo, hasta el punto
de que estos renuncie a sus hipotecas, y de este modo, el banco sale ganando.
¿Y
cómo es una doctrina del shock? Pues cuando no hay un contrato social justo,
cuando la comunicación es unidireccional en vez de bidireccional. Solo hay
espectadores, que se limitan a observar, no actúan.
El
caos económico viene de las ideas de Milton Friedman, el otro doctor Shock,
pues este dijo que una doctrina de shock requiere crisis y estado de
emergencia. Por lo que, las ideas de Friedman, fueron puestas en práctica en
muchos gobiernos por los década de los 80. De modo que Friedman dio a entender
que lo que paso en chile era un claro ejemplo de shock económico.
Por
consiguiente, la primera práctica de implantar una doctrina del shock fue chile,
pues los EE.UU no querían las medidas progresistas de chile. El presidente de
gobierno de entonces, era Salvador allende que proponía nacionalizar grandes
sectores de la economía, y esto no le convenía a los estadounidenses.
De manera que Allende fue amenazado por la CIA
y con la ayuda de los chicagos boys chilenos, dieron a Pinochet un libro
“ladrillo” como plan económico para dar el golpe de estado (1973). Así pues, para que el plan económico en Chile
se impusiera, tenía que ser mediante la opresión y la fuerza, implantando miedo
al enemigo.
Sin
embargo, el shock no dura mucho tiempo. Según Naomi, para acabar con el shock
es preciso informarse y comunicar, porque de esta manera podemos ir abriendo
paso para que todos seamos consciente de una situación injusta, y poder rebelarnos
en contra ello. Una vez, más depende de nosotros el que estemos informados o
no, hay que buscar las formas para estar al día de todos los acontecimientos
que suceden, porque así estaremos preparados para cualquier shock. Por tanto,
la vida social requiere estar en sintonía con el otro, en contacto con el otro,
en comunicación, en unión!
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