Langdon Winner

domingo, 31 de marzo de 2013

Un juego perfecto


A raíz del documental acerca de la corporación podemos ver que la corporación no funciona con independencia de la sociedad, en tanto que la sociedad es la condición de posibilidad de la corporación. Podemos utilizar como en el documental para explicarlo, la imagen de Frankenstein, en la cual su creación se le va de las manos y acaba por matarlo. En el caso de la corporación, utilizando resquicios legales acabó por zafarse de las limitaciones a las que estaba sometida. En el documental el símil acaba aquí, pero yo creo que es más interesante ver que en la película, el pueblo acaba con el monstruo de Frankenstein mientras que a nuestro monstruo de hoy en día (la corporación) lo alimentamos y le damos cada vez más poder.
La corporación carece de ética, ya que esta no es beneficiosa económicamente, la meta de la corporación es la de obtener el mayor beneficio en el menor tiempo posible. Y no es de extrañar que si su única meta es el beneficio económico se puedan permitir ciertos lujos amorales, como el de explotar a los ciudadanos de los países subdesarrollados, apropiarse de sus recursos, e incluso engañar a sus consumidores, estos ya de países desarrollados.

¿Por qué pueden permitirse todo esto? Aquí es donde hay que poner el énfasis, si pueden hacer todo lo anteriormente citado es porque estamos dentro de un sistema que establece unas normas de juego que son perfectas para que esto siga así. Si una empresa es multada por delitos contra el medio ambiente, o contra la salud pública, la sanción correspondiente es de unas cifras irrisorias para la empresa, por tanto pueden permitirse infringir la ley. Además como las reglas del juego están perfectamente diseñadas a favor de las corporaciones, nos encontramos con que las cadenas de televisión al igual que la prensa escrita, al estar controladas por corporaciones nos dan una información velada, y en los casos en que las cadenas pertenecen al estado el resultado es el mismo, ya que en muchos casos hay cooperación entre las corporaciones y los estados, como ya hubo cooperación entre las corporaciones y los regímenes fascistas, como vemos en el documental en el caso de IBM, además en estos casos para evadir responsabilidades pueden utilizar la estrategia de la “cometa”, como nos muestran en el documental IBM evadió responsabilidades a la filial alemana, con el pretexto de que no sabían en E.E.U.U. lo que hacían sus compañeros alemanes de IBM. El único caso en el que puede encontrarse un medio de comunicación más democrático es Internet, pero aun así Internet está cada vez más mediado por las corporaciones.

La única salida que se le puede dar de alguna forma a esto es que de algún modo, les fuese rentable acogerse a la ética, y a la protección del medio ambiente. Esto es, de alguna forma, cambiar el final de la película de Frankenstein por el final de la novela, en la cual el monstruo acaba suicidándose, ya que nuestro monstruo está tan integrado en el sistema que se ha convertido en el propio sistema, y tienen que darse cuenta de que este sistema que destroza el planeta con la utilización de combustibles fósiles, y la explotación de terceros países no se puede seguir manteniendo.

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