Langdon Winner

viernes, 8 de marzo de 2013

El auge de los efectos secundarios del desastre



La constitución en personas legales de las corporaciones, un paso de gigante hacia la tiranía de los efectos secundarios que socavan las bases de la pretendida sociedad de libre mercado.



Para Robert Noczick(1) una sociedad libertaria de libre mercado tiene dos requisitos básicos. El primero es saber si los recursos tienen una apropiación legítima y el segundo quieres saber si los intercambios realizados son libres. A su vez Milton Friedman(2) afirma que los efectos secundarios para un tercero que se deriva del pacto entre otros dos, son inevitables; además asegura que las corporaciones tienen que tener derechos jurídicos pero no deberes morales.

Si miramos el mundo que nos rodea parece que hemos instalado un software sin mirar los requisitos técnicos. Es evidente que hacer una genealogía de cada apropiación es imposible, moriríamos sin saber a quien pertenece legítimamente cada cosa. Y tampoco parece que los intercambios que se producen sean libres; no hay negociación ante las corporaciones de hoy en día, o lo tomas o lo dejas. Por otra parte no parece un intercambio libre aceptar la jornada laboral en una fábrica donde cosen zapatillas en China porque te estás muriendo de hambre. Tampoco parece que tenga validez ni libertad el intercambio dinero-tarta de chocolate entre un comprador e Ikea si no están indicados los ingredientes.

Pero... ¿cómo que las corporaciones no deben atender a la moral? Las corporaciones no es que no atiendan a la moral, sino que conforman una, y muy determinada. Ellas, abanderadas de la razón neoliberal(3), no son meras empresas con fines lucrativos, son además conformadoras de subjetividades. Las personas le dimos derechos jurídicos y ellas nos brindan una manera de vivir, una manera de comportarnos con los demás y con nosotros mismos como competidores, emprendedores responsables de nuestra propia desgracia. Es obvio que está la moralidad en juego cuando poca gente no se indigna al ver documentales como La Corporación o lee No Logo. La comodidad que nos ofrecen a unos pocos conforma nuestra manera de ver la vida; sufrir y ver la devastación que provocan "los inevitables efectos secundarios" nos hace ver que tenemos que tomar las riendas de la humanidad y ser capaces de debatir qué virtudes cívicas conforman una vida buena. Surgirán ideas contrapuestas sobre esas virtudes, ahí entrará la Justicia para determinar la manera debida de valorarlas.


  1. J. Sandel, Michael. Justicia. ¿Hacemos lo que debemos? (Debolsillo, 2011)
  2. Achbar, Mary y Abbott, Jennifer. La corporación http://youtu.be/Bkr-paaAYJ8
  3. Laval, Christian y Dardot, Pierre. La nueva razón del mundo. Ensayo sobre la sociedad neoliberal. (Gedisa, 2013)


Pedro Pinilla Plaza

3 comentarios:

  1. No he logrado entender la analogía del "software sin mirar los requisitos técnicos".
    Por otro lado, tampoco me queda claro el papel de la justicia que sostienes. Quiero decir, apelas a la justicia como criterio "para determinar la manera debida de valorarlas" (las "virtudes cívicas de la vida buena"), pero me pregunto en base a qué criterio operaría esa justicia, qué base habría de sustentarla.
    Agradecería que te desarrollaras estos dos puntos.
    Un saludo.

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  2. Hola Gabriel, perdona la tardanza. Con la analogía me refería a que esa sociedad de libre mercado (software) requiere unas características muy exigentes que están alejadas de las que alguna sociedad haya poseído nunca (requisitos técnicos).
    En el tema de la Justicia me he basado en las ideas que sugiere Michael Sandel al final de su libro Justicia. A lo largo del libro presenta unos casos, como el aborto o el matrimonio, en los que cualquiera que sea la posición que se tome se hará desde una concepción moral del asunto; no hay Justicia totalmente imparcial. Defiende un mejor conocimiento de las distintas concepciones morales y no un simple consentimiento de su existencia, pues sólo conociéndolas gracias a una implicación pública será posible avanzar hacia unan sociedad justa.
    He de decir que el artículo lo hice antes de leer un libro fantástico que creo que merece la pena trabajar para conocer los diferentes neoliberalismos, es el de la nota 3. Os lo recomiendo fervientemente.
    Espero haberte aclarado algo las dudas. Un saludo.

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