Hasta aquí mi somera revisión de los tres momentos iniciales,
que llamaron poderosamente mi atención. Una reflexión ulterior corresponderá
quizá a una persona más cualificada en temas de antropología y ética. Dediquemos
ahora unas líneas a resumir en qué consiste este orden socio-técnico que hemos
mencionado.
- CENTRALIZACIÓN. En primer lugar la constitución implícita
de dicho orden, tal y como se está desplegando de hecho hoy, pasa por una “extraordinaria
centralización del control social en las grandes sociedades anónimas, las
burocracias y las fuerzas armadas”. Las tecnologías permiten que esto sea
posible, pues agilizan notablemente los transportes y las comunicaciones.
- GIGANTISMO. Este orden se articula en asociaciones
humanas más grandes, organizadas y eficientes.
- JERARQUIZACIÓN. La libertad y la democracia no
aparecerán por generación espontánea. Contrariamente a lo que tradicionalmente
se ha venido esperando de la tecnología, esto es, que facilite, multiplique y
de a luz a nuevas formas de participación y colaboración ciudadana, lo que ha
ocurrido es que ha dado lugar a sus propias formas de autoridad jerárquica. Hay
que aplicar esfuerzo y saber bien lo que se quiere y cómo se quiere para
producir un orden sociotécnico más participativo. Cabe decir que tal idea no es
una ilusión utópica, es factible (pensemos en la actual constitución islandesa
y cómo nació).
- DESPLAZAMIENTO. En la naturaleza, el depredador más
apto, fuerte, grande, etc. intimida al resto de interesados en un bien
determinado (una pieza de carne, por ejemplo). Lo hace con su sola presencia,
sin necesidad de luchar. Así, el león mantiene una relación natural de
desplazamiento para con las hienas, por ejemplo. El orden sociotécnico actúa
del mismo modo. Tiende “a desplazar y eliminar otras variantes de la actividad
humana”. La racionalidad propia del orden sociotécnico devora la mayor parte de
la carne (de la ciudadanía) y se retira. Los modos de racionalidad alternativos
(autogestión, procomún, etc.) esperan su turno y actúan (si puede y surge la
ocasión) a muy pequeña escala.
- CONTROL ACTIVO. Un importante matiz respecto al
punto anterior sería el siguiente: hay que hacer notar que “las grandes
organizaciones sociotécnicas ejercen poder para controlar las influencias
sociales y políticas”, cuando el sentido común dicta que el poder habría de
ejercerse en sentido inverso. Es decir, este modo de organización no se
sostendría si no pusiera su empeño en ello. Lucha constantemente por su puesto.
Su posición de “depredador dominante” quizá no sea tan natural como di a
entender antes…
Estos son algunos de los artículos principales de la
constitución sociotécnica en la que vivimos. Hemos realizado, hasta aquí, una
tarea histórica (cómo hemos llegado a este punto) y analítico-descriptiva (cual
es la situación presente). Pero Langdon Winner nos guiará también en la tarea
filosófica, que comienza propiamente aquí
y consiste en valorar, enjuiciar y ofrecer posibles alternativas la situación
dada de facto.
Gabriel Sánchez
Maestro, de Filosofía Política II, grupo 3.
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