Langdon Winner

lunes, 13 de mayo de 2013

Influencia de los logotipos y el sistema capitalista en la vida

El capitalismo es un sistema socio-económico el cual además de impregnar una necesidad de poseer más y más riqueza, consigue desgajar muchos ámbitos de la vida que, ni la misma dictadura había conseguido abolir, la vida comunitaria, en donde se compartían ritos y costumbres, el capitalismo ha conseguido abolir este modelo de vida y sustituirlo por un sistema de mercado, en el cuál el individuo debe conseguir trabajo para poder subsistir en el sistema, por ello con el fin de conseguir dicho trabajo, el individuo es capaz de moverse a miles de kilómetros de su gente y su familia con el fin de trabajar, de este modo estamos consiguiendo una sociedad individualista vacía completamente de sentido alguno, cuyas creencias son nulas, ya que todas su forma de vida y sus costumbres han sido modificadas, no modificadas sin más, sino anuladas y para seguir adelante se ven forzados a modificarlas.
Las corporaciones empresariales aprovechando el desarrollo de la técnica y la tecnología no solo para darse a conocer y promocionar sus productos, sino que se han dado cuenta de que pueden vender algo mucho más importante, unas formas de vida, donde ya no solo buscan ganar clientes, sino crear prototipos de persona, hacer de las personas productos, cuyas creencias radican en que si no eres de esta forma o si no vistes de esta forma no eres un buen ciudadano, si te echas Axe conseguirás ligar muchisimo, etc.
El bombardeo desmesurado de publicidad al que nos vemos sometidos, consigue causar mella en nosotros. Los niños pequeños desde que nacen también se ven rodeados de toda esta publicidad y esto causa mucho efecto en los mismos, ya que esta demostrado que un producto anunciado por televisión en una franja horaria infantil, en un canal donde se pongan dibujos animados, si anuncias una serie de juguetes, es muy probable que el niño/a quiera ese juguete y no otro, de tal forma que insistirá y llorará a los padres, lo que hace que en muchas ocasiones los padres acaben comprando.
Los productos de dichas marcas o de dichas corporaciones pasan a formar parte de nuestra vida cotidiana, un ejemplo sería, el del buen ciudadano trabajador, el cual llega a casa y su forma de relajarse es tumbarse en el sofá y tomarse una buena copa de Whiskie. En cierto modo la marca de Whiskie es lo de menos, pero el echo es el siguiente, mediante los anuncios, películas con publicidad encubierta y otras muchas formas, te han vendido un hábito, no un producto.
Por ello el modelo económico capitalista ha conseguido desgajar a la vida las cosas que de verdad importan y su finalidad en caso de que tuviera alguna, creandonos nuevas necesidades y nuevos fines, pero todos ellos relacionados con la economía de mercado.

Adrián Aceituno García.

No hay comentarios:

Publicar un comentario