Critica a la aplicación antropológica de la metáfora del computador.

Critica a la aplicación antropológica de la metáfora del computador, introducción del libro el Reactor y la ballena de Langdon Winner.

La metáfora del computador consiste en considerar la mente como si fuera un ordenador: un sistema que recibe, almacena y procesa información. Esta tesis nos es planteada por bastantes científicos, ¿puede ser realmente el ser humano a la máquina perfecta de la modernidad, la mente? Mi respuesta es clara: no, y veremos por qué.

En un primer momento debemos decir a los neurocientíficos que afirman: “yo soy mi cerebro” que el desarrollo del cerebro depende del resto de partes del cuerpo, ya que sólo así es ejercido. Ejemplo: a la hora de aprender a usar un juguete, un palo o el mismísimo mapa de Londres el cerebro se desarrolla de manera simultánea.

Sin embargo sigue habiendo gente que dice no solo que somos cerebro sino que además tenemos una mente. Bien yo querría que alguien me explicara este concepto. Es acaso el lugar donde se encuentras todas mis ideas o a lo mejor es “eso” que usamos para contar. Yo tenía entendido que aprehendimos a sumar y restar, o mejor dicho a realizar una síntesis o un análisis, separando y juntando entes con las manos.

Teniendo en cuenta estos datos no encuentro relación alguna entre el hombre y el computador. Quizás ¿en que manejan información? Me parece demasiado abstracto, una planta también maneja información tan solo hay que ver lo bien que se manejan las   enredaderas para no caerse. Sin embargo no hay muchas similitudes más, ya que el hombre transforma su cuerpo al hacer “uso” de él sin embargo este cambio no se da en la máquina.

Con lo cual el desarrollo de una comparación entre el cerebro y un computador me parece inadecuado porque a nivel antropológico no se puede comparar. Ya el mero hecho de tomar el cerebro como la unidad básica del hombre, es decir abstraerlo de todo aquello que forma un cuerpo junto con el cerebro me parece inviable. A mi modo de ver peca de ser demasiado concreto, ya que no se puede reducir al hombre a alguna de sus partes y mucho menos dar a esa parte concreta una actividad que no se puede explicar como es la mente.